Critica a Erich Fromm

El Amor a la Vida de Erich Fromm

Capítulo V. EN NOMBRE DE LA VIDA. UN RETRATO DIÁLOGO

En esta entrevista radiofónica, que más que ser una entrevista buscaba ser una conversación entre el locutor y el señor Fromm, el tema sobre el que se hablo y del cual partió toda la conversación fue el de el amor por hacer las cosas o, mejor dicho, la carencia de amor por hacer las cosas en nuestra sociedad actual.

Según Fromm, en la época moderna la gente se preocupa y se enfoca más en realizar actividades que le produzcan algo en lugar de hacer cosas por el simple disfrute de estas.

Pero a pesar de la exactitud de su crítica me parece algo un poco ingenua e idealista. Desde el principio de su existencia el ser ha buscado el producir, el crear herramientas útiles para garantizar su supervivencia.

Si, es cierto lo que dice Fromm, se está perdiendo el amor a la vida, pero habría que analizar si este amor a la vida, como lo describe Fromm, es algo que realmente haya sido parte de algún periodo de la humanidad y no solamente un ideal romántico de este psicólogo que, como lo describe en la entrevista, creció en un entorno familiar con ideales pre-burgués y se educó en las ideas de grandes autores que buscaban el acabar con el individualismo que, según ellos, es la causa de la mayoría de los males de la humanidad.

Otro aspecto que cabe destacar de sus ideas es la que tiene acerca de la conversación pero,  de nuevo, su postura sobre esta cae en el idealismo. Su idea de que en una conversación se es posible el llegar a conectar en un nivel profundo con el otro, si bien suena conmovedor, me atrevería a afirmar que es imposible. No niego que exista algún grado de conexión al entablar una conversación con alguien, pero esta conexión, como la llama Fromm, no es más que un reflejo de las vivencias personales de un individuo proyectadas en el otro, una forma de querer tratar de comprender y ser comprendido, pero al no poder experimentar en carne y hueso la vivencia del otro, esta conexión no es más que un intento de comunicación que, si bien sí puede llegar a transformar al igual que como lo dice Fromm, no es aquello que él imagina y quiere creer.

Hay posturas de Fromm que comparto y no me atrevería a cuestionar tan siquiera, pues son cosas que incluso han sido comprobadas en los últimos años y no son meras especulaciones. Por ejemplo, lo que piensa acerca de la televisión como un medio de comunicación masiva que atrofia nuestra capacidad de concentración y que, además, resulta ser adictiva para muchas personas que consumen su contenido. Este es un hecho del cual no tengo ningún argumento en contra, pues considero a la televisión (no al aparato en si, pero si la mayoría del contenido “basura” que se transmite por este medio) como un instalador de conciencias y de la razón.

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