Cuadro Comparativo De Filosofia
sofiaelizondo1 de Diciembre de 2012
4.256 Palabras (18 Páginas)1.013 Visitas
INTRODUCCIÓN
Al finalizar el siglo VII, el más grande teórico del Liberalismo político fue el inglés John Locke.
Con sus escritos llamó la atención en el campo de la política. En 1690 se publicaron sus dos
Tratados sobre el gobierno (1690). El primero era una refutación del gobierno
por derecho divino; el segundo se oponía al Leviatán de Thomas Hobbes,
publicado en 1651, el cual defendía el contrato social en el que se concedía la
soberanía al Estado. Para éste ultimo, esto era una necesidad, pues de otro
modo la anarquía y el propio interés conducirían a una situación de guerra,
convirtiendo la vida natural del hombre en “solitaria, pobre, desagradable, bruta
y corta”.
Locke se opuso a esta opinión y razonó que “el contrato es entre
hombres libres y por tanto es a la vez revocable y negociable de nuevo. Los hombres están sujetos, no a los
soberanos, sino a las leyes de la naturaleza”.
En su obra Ensayo sobre el entendimiento humano (1690), Locke ataca por segunda vez el modo
de pensar de su tiempo. Aquí se propuso buscar el origen, la certeza y la extensión del conocimiento
humano. Su intención era aplicar el método científico de su tiempo al estudio de las operaciones mentales.
“El mismo Bacon no había explorado en profundidad la relación entre las ideas y la experiencia. Fue Locke
quien prolongó el empirismo baconiano desarrollando, lo que puede considerarse un precursor de la
psicología empírica”. (Bowen, J.)
En 1693 se imprimen las cartas que escribió a su amigo bajo el epígrafe Algunos pensamientos
sobre la educación, del cual hablamos más adelante.
John Locke nació en Wrington, cerca de Bristol, el 29 de Agosto de 1632, en el seno de una familia
de pequeños nobles rurales, y falleció en 1704. Se educó en la universidad de Oxford. Obtuvo el grado de
maestro en artes en el año 1658. También se interesó por la medicina y la política, en la cual comenzó a
militar desde los 35 años. Recibió la influencia del pensamiento de John Owen (partidario de una política de
tolerancia para con todas las religiones), le llamaron la atención las ideas de Descartes y de Hobbes.
Por su pensamiento debió exiliarse muchos años hasta 1689, año en que se produce la Revolución
en Inglaterra, desde allí se lo consideraba como el representante del nuevo régimen liberal.
2. LOCKE Y SU ÉPOCA
Por aquel entonces, estaban sucediendo cambios en el aspecto intelectual, económico, social y
político. En la segunda mitad del siglo XVIII, Occidente entró en una edad de revoluciones (industrial, social,
política), las cuales, según J. Bowen introdujeron cambios importantes en la educación, mereciendo
destacarse dos rasgos significativos:
Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamiento
Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653)
2
· La creciente participación de los gobiernos en la ayuda a la educación (por contraposición a la
simple publicación de decretos, como habían hecho durante siglos).
· En definitiva, la aparición de nuevas concepciones del hombre y de la sociedad que ofrecían
alternativas polémicas, para reemplazar las creencias convencionales, con posibilidades
incitantes de desarrollo futuro.
Otra característica de la época a tener en cuenta es que todas las discusiones de la sociedad
inglesa entre 1660 y 1690 giran en torno al tema de la tolerancia religiosa. Aunque Charles II había
prometido impulsar la libertad de culto al momento de restaurarse en el trono en el año 1660, la presión de
su entorno hizo que tal promesa no pudiera cumplirse. Después de 1662, todo aquel que manifestara
públicamente su rechazo a la religión anglicana podía ser multado, confiscado y encarcelado.
A principios de 1660 John Locke era un desconocido tutor en Oxford y dos escritos suyos sobre el
tema, curiosamente, hablaban a favor de la postura del clero anglicano y de reforzar la represión contra los
disconformitas. Pero en 1667 conoce a Anthony Ashley Cooper, posteriormente nombrado conde de
Shaftesbury, uno de los líderes de la oposición a la monarquía y a partir de este momento Locke cambiará
de postura. Afirmará con tenacidad que los magistrados no tienen autoridad para interferir con las
decisiones individuales de las personas quienes eligen sus propios caminos a la salvación eterna. Niega por
tanto que la libertad de culto degenere en libertinaje y rebelión, mucho peores son las consecuencias
nefastas que conlleva la persecución religiosa.
En 1670 la Iglesia Anglicana lanza una feroz represión contra los disidentes religiosos, desatando
una verdadera caza de brujas que culminará con una quema y censura de libros, cientos de prisioneros y
muchos rebeldes enjuiciados, torturados y asesinados. Para la monarquía gobernante era intolerable pensar
que los individuos podían ser vistos a los ojos de Dios como libres y responsables y, por lo tanto, que
podían actuar según su libre albedrío. Aquí comienza la lucha de John Locke: en la fundamentación del
principio de libre credo religioso como derecho natural del individuo, el cual precedía y era independiente a
la instauración de todo gobierno. El Estado, según Locke, tenía como fin, únicamente, proteger los intereses
civiles de los ciudadanos y no interferir en sus creencias religiosas.
Subyace a esta cuestión el tema central de la modernidad:
· la división entre conocimiento racional y conocimiento revelado,
· se discute por primera vez la separación de la religión del Estado,
· la relación entre derechos naturales y derechos civiles y
· los límites del poder del gobierno. En este contexto, Locke comienza a escribir el Ensayo sobre
el Conocimiento Humano.
Otro de los postulados que defendían los Disidentes eran que Dios creó a los individuos iguales y
libres respecto a otros; que los individuos son parte de una comunidad que se funda en lo moral y es
gobernada por leyes naturales, conduciendo sus actos por los dictados de la razón; que las disputas
deberán ser resueltas bajo provisión de evidencia, argumentación y discusión; y que, a pesar de ser seres
corrompidos, los individuos son capaces de vivir en paz entre ellos, gracias al consenso y el acuerdo.
Bowen, James. Historia de la Educación Occidental. Ed. Herder. Barcelona. 1992.
Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamiento
Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653)
3
3. SU PENSAMIENTO FILOSÓFICO: EL EMPIRISMO
Su pensamiento filosófico es Empirista, parte de una crítica al innatismo y al racionalismo, todo su
pensamiento está dedicado al esfuerzo por adherirse a la experiencia concreta.
El empirismo afirma que la conciencia humana se halla encerrada en los confines de la experiencia
y que más allá de ellos no hay más que problemas insolubles o arbitrarias fantasías. Con esto Locke
impone una saludable moderación a las pretensiones de la razón humana. Esto se manifiesta en sus ideas
de:
· Afirmación de la libertad individual, en lo político.
· Defensa de la tolerancia religiosa , pues al considerar al hombre libre quiere garantizarle en el
interior el ejercicio de sus efectivas facultades.
· En su meta: la función social del hombre y las tareas concretas que esperan a éste en la vida.
“Todo su pensamiento, entonces, es fruto de ese enfoque en que se renuncia a toda pretensión
metafísica y a todo intento de ir más allá de aquella realidad dentro de la cual el hombre vive y funciona
efectivamente”. (Abagnano y Visalbergui)
Este filósofo inglés quería entender cuáles son efectivamente las capacidades humanas, mediante
el estudio de los límites propios del hombre. En su investigación gnoseológica , parte de Descartes y afirma
la primera limitación diciendo: las Ideas se derivan exclusivamente de la experiencia. Esto es, no son fruto
de una espontaneidad creadora del intelecto humano, sino de su pasividad ante la realidad. La realidad
puede ser interna (el YO) o externa ( las cosas naturales) por lo tanto las ideas pueden proceder de una u
otra de estas realidades. Denomina ideas de reflexión si surgen del sentido interno, por ejemplo: el
pensamiento, la duda, el raciocinio, el conocimiento, la voluntad, es decir todas las operaciones de la mente;
e ideas de sensación (o simplemente sensación) si provienen del sentido externo, por ejemplo: amarillo,
calor, dureza, amargor, etc.
Contra los llamados platónicos argumenta que las ideas innatas no existen porque no son
pensadas. Así Locke es fiel al principio cartesiano de que tener una idea significa percibirla, es decir, ser
consciente de ella. De ese principio se sirve para la crítica de las ideas innatas, por ejemplo para ser
efectiva una idea innata entonces todos los hombres deberían tenerlas, inclusive los niños y los idiotas. Por
lo que está seguro de que nuestro conocimiento proviene de las ideas y a su vez las ideas de nuestra
experiencia.
“Todo aquello que la mente percibe en sí misma, o todo aquello que es
...