Dalai Lama Conócete A Ti Mismo
bestiola9 de Febrero de 2013
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Conócete a ti mismo tal como realmente eres
Dalai Lama, Grijalbo, México, 2008.
• Equilibrio material y espiritual.
• Necesidad de valores internos.
Nadie puede negar los beneficios materiales de la vida moderna, pero seguimos experimentando sufrimiento, miedo y tensión, tal vez ahora más que nunca. Así pues, es razonable que intentemos buscar el equilibrio entre el desarrollo material y el desarrollo de los valores espirituales. Para generar un verdadero cambio es preciso que reactivemos y reforcemos nuestros valores interiores.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p. 16.
• Problemas del ego.
• Crea muchos problemas.
El amor y la compasión enriquecen nuestra propia vida interior, reduciendo el estrés, la desconfianza y la soledad. Estoy de acuerdo con un médico occidental que hace poco me dijo que esas personas que utilizan con frecuencia las palabras yo, mío y mí corren mayor riesgo de sufrir infartos. Cuando, debido al egocentrismo, concentramos la visión en nosotros mismos, hasta un problema pequeño resulta intolerable.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p. 21.
• Problemas de apego.
• Creemos permanentes las cosas.
Según la psicología budista, la mayoría de nuestros problemas tienen su origen en el apego a cosas que erróneamente creemos permanentes. Guiados por esta percepción equivocada, consideramos que la agresividad y la competitividad son herramientas útiles en la búsqueda de lo que imaginamos y deseamos. Pero eso sólo fomenta más agresividad.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p.23.
• Dominar la mente.
• Todas las religiones.
Todas las religiones están de acuerdo en la necesidad de dominar la mente indisciplinada, que alberga el egoísmo y otras fuentes de problemas, y de mostrar el camino que conduce a un estado espiritual sereno, disciplinado, ético y sabio. En ese sentido creo que todas las religiones contienen, en esencia, el mismo mensaje. Naturalmente, cuando surgen diferencias religiosas a causa de la diversidad dogmática y cultural, el debate es interminable.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p. 27.
• Emociones contraproducentes.
• Por ignorancia.
Sin embargo, dado que todas las emociones contraproducentes se basan en el desconocimiento de la verdadera naturaleza de las cosas, las prácticas que enseñan cómo superar esa ignorancia permiten debilitar todas las emociones nocivas. El antídoto contra la ignorancia es eficaz para todos los problemas. He ahí el extraordinario poder de la visión penetrante.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p. 38.
• Percepciones erróneas.
• Existencia por sí misma.
La ignorancia, en este contexto, no es sólo la falta de conocimiento, sino la percepción equivocada de la naturaleza de las cosas. Dicha percepción de por hecho, erróneamente, que las personas y las cosas existen en sí mismas y por sí mismas, por su propia naturaleza. No es un concepto fácil de asimilar, pero es sumamente importante reconocer lo erróneo de esta percepción, pues es la fuente de emociones destructivas como el deseo y el odio.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p. 38, 39.
• Sentidos e ignorancia.
• Aceptar falsas apariencias.
Nuestros sentidos contribuyen a aumentar nuestra ignorancia. Para la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto los objetos parecen existir por sí mismos. Al recibir esta información distorsionada, la mente aprueba esta categoría exagerada de las cosas. Los budistas llaman “ignorante” a esta mente por aceptar esa falsa apariencia en lugar de rechazarla. La mente ignorante no se pregunta si las apariencias son correctas o no; sencillamente acepta que las cosas son como parecen.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p. 42.
• Apego exagera.
• El deseo nos arrastra.
Cuando nuestro propio ser está implicado, reforzaremos esa conexión: ahora es “mi cuerpo”, “mis cosas”, “mis amigos” o “mi coche”. Exageramos el atractivo del objeto, minimizando sus defectos y desventajas, y nos apegamos a él como fuente de placer, de manera que nos vemos arrastrados hacia el deseo como si nos tiraran de una anilla en la nariz.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p. 43.
• Ignorancia es exageración.
• Aceptar las falsas apariencias.
El momento crucial en que pasamos de ser meramente conscientes a la percepción errónea se produce cuando la ignorancia exagera la cualidad positiva o negativa del objeto, de modo que acabamos viéndolo intrínsecamente bueno o malo, intrínsecamente atractivo o desagradable, intrínsecamente bonito o feo. Cuando, llevados por la ignorancia, aceptamos esta falsa apariencia como un hecho, abrimos el camino al deseo, el odio y muchas otras emociones contraproducentes.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p. 45.
• Percepción errónea.
• Desarrollo de los tres venenos.
Primero percibes un objeto.
Luego observas que el objeto es bueno o malo.
Luego concluyes que el objeto existe de forma independiente.
Luego concluyes que ese atributo bueno o malo es inherente al objeto.
Luego generas deseo u odio conforme a tus juicios previos.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p.47.
• Razonamiento vs. apariencias.
• No aceptar apariencias.
Poco a poco, esta comprensión debilitará nuestras falsas ideas y reducirá los problemas que éstas causan. Dado que el problema fundamental radica en aceptar las apariencias como verdaderas, el antídoto es percatarse de la falsedad de las apariencias a través del razonamiento.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p. 51, 52.
• Mente operando la observación.
• Tres tipos e intrínseco o no.
1. La mente puede operar sobre los objetos de tres formas:
2. Concibiendo el objeto como algo que existe de forma intrínseca, que es lo que hace la ignorancia.
3. Concibiendo el objeto como algo que no existe de forma intrínseca, que es lo que hace la visión penetrante.
4. Concibiendo el objeto sin determinar si existe o no existe de forma intrínseca, como cuando nos limitamos a mirar algo, por ejemplo una casa.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p.52.
• Ignorancia exagera.
• Emociones destructivas.
1. La ignorancia conduce a exagerar la importancia de la belleza, la fealdad y demás cualidades.
2. La exageración de estas cualidades conduce al deseo, el odio, la envidia, la agresividad y demás emociones destructivas.
3. Estas emociones destructivas conducen a acciones contaminadas por percepciones erróneas.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p. 53, 54.
• Visión errónea.
• Superar la visión errónea.
Puesto que la visión equivocada de que las personas y las cosas existen de forma independiente es la causa de todas las demás visiones y emociones contraproducentes, uno de los mejores métodos para superar esa visión errónea es reflexionar sobre el hecho de que todos los fenómenos se originan de forma dependiente. Como dice Nagarjuna:
“Para que haya largo ha de haber corto.
Uno y otro no existen por su propia naturaleza”.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p. 57.
• Visión exagerada.
• Deseo y odio son sus productos.
Si un objeto –un acontecimiento, una persona o cualquier otro fenómeno- tiene un aspecto mínimamente favorable, en cuanto percibimos erróneamente el objeto como algo que existe enteramente por sí mismo, de forma real y auténtica, la proyección mental exagera su atractivo real y aparece el deseo. Lo mismo sucede con la rabia y el odio; en este caso se exagera un factor negativo y el objeto se ve como algo enteramente negativo, lo que genera un profundo desasosiego.
Conócete a ti mismo tal como realmente eres, Lama Dalai, Grijalbo, México, 2008, p. 61.
• Emociones negativas.
• No dejan ver
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