Descartes Y Kant En La Configuración Del Pensamiento Moderno

Descartes y Kant en la configuración del Pensamiento Moderno

Descartes es considerado el padre del pensamiento moderno, él define la palabra pensamiento como un acto intelectual de tipo cognoscitivo y se refiere a esta palabra a todo contenido mental, es decir, todo lo que se encuentra en nuestra mente; pensar es todo lo que se produce y percibimos inmediatamente, para él todo pensamiento tiene la característica de resistir los embates de la duda.

El pensamiento de Descartes inició en occidente la filosofía moderna pero en él encontramos tendencias al escolasticismo, ¿Qué es la escolástica? La escolástica es la filosofía desarrollada en Europa durante la Edad Media y caracterizada por una conciliación de las doctrinas aristotélicas con las religiosas.

Descartes se basa en la duda absoluta, él afirma que aquello que nos ha engañado puede volver a engañarnos y manifiesta que sobre la duda misma, no se puede dudar. Su frase más celebre “Pienso luego existo” él la define como una intuición y como tal una verdad absoluta. He aquí el comienzo de la filosofía moderna, la nueva verdad es una verdad de conciencia; con ella nos conservamos dentro del espacio espiritual sin manifestarnos sobre el mundo exterior, aquí nace la filosofía de la inmanencia con su subjetivismo. Se considera filosofía de la inmanencia la que mantiene la preeminencia de la experiencia religiosa interna por encima de la sabiduría reflexiva de Dios.

La filosofía de Immanuel Kant fue considerada como el pensamiento moderno por antonomasia, ya que asume las nuevas cuestiones y doctrinas nacidas con el siglo de las luces y trata de entender de una nueva forma la metafísica, el interés por Dios, la substancia, la inmortalidad y el mundo suprasensible.

Para Kant la razón puede llamarnos desde lo más íntimo de nuestro ser e incitarnos a la vida buena, en un mandato del bien que nada en el mundo pueda quebrar. El conocimiento y la vida moral necesitan del cuidado de una instancia que las regule, evite sus pretensiones inconsistentes o las confusiones en cuanto a sus resortes genuinos, para Kant esta instancia es la razón.

Kant a diferencia de Descartes que se adentra en su yo, Kant se encierra en un mundo fenoménico en el que descalifica la posibilidad de contactar a las cosas en sí mismas, sean las del mundo, la de Dios, o del alma. Kant niega que la razón humana trascienda y llegue a esos entes en sí mismos. Kant parte de la conciencia, de las representaciones fenoménicas del yo, sean derivadas del mundo externo o interno, y se aproxima, desde un principio a la estética trascendental.

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