Destejiendo El Arcoiris

ENSAYO: DETEJIENDO EL ARCO IRIS, Richard Dawkins. Ciencia, ilusión y el deseo de asombro.

“La eterna Ingenuidad de las mentes débiles”

Desde los inicios de la civilización, antes de que el hombre hiciera uso de su razonamiento lógico, ya sentía la necesidad de conocer acerca de todas aquellas cosas que le causaban curiosidad, como las estrellas, el sol, la tierra, la luna, las constelaciones y demás astros que día a día se destapan a la realidad; siendo así, personas inescrupulosas se han aprovechado de esos fenómenos para hacer creer a los demás que a través de ellos se puede predecir lo que pasará. Tal es el caso de las falsas pero practicadas ciencias de superstición, que se han convertido en el “Boom del momento”.

Está comprobado que la vida es efímera, y poco a poco nos vamos dando cuenta que nuestra ingenuidad parece ser eterna. Por tal razón, hoy en día, existe un problema que cada día se torna más complicado; la ingenuidad de las personas con respecto a creer o no, en la astrología.

Este problema se debe principalmente a la falta de conocimiento científico que implica dejarse llevar por aquellas mentes que tienen la gran capacidad de convencer a los demás de diferentes aspectos, que utilizando la razón no podrían ser ciertos, ya que no están comprobados; esta dificultad se ha convertido en un obstáculo que impide a los humanos abrirse a nuevos horizontes y al majestuoso conocimiento científico que es el único que ha mantenido firme sus bases en cuanto a la aprehensión del conocimiento y a la comprobación mediante el método científico de las diferentes hipótesis que día a día se plantean.

En la actualidad, es común ver como algunas personas se tornan ambiciosas, aprovechándose de aquella gente débil de pensamiento científico, abierta a creer en todo lo que le digan. La ambición solo hace que pasemos por encima de la credibilidad de los demás solo para conseguir lo que queremos, basándonos en mentiras difíciles y hasta imposibles de comprobar.

La astrología es una creencia que en su afán de querer adivinar y predecir el futuro de quien así lo desee, no se ajusta a la realidad de cada persona; más bien, la ingenuidad hace que las personas quieran ajustarse a esa predicción todo esto para saciar su sed de creer en algo que le satisfaga y lo haga vivir inmerso en un mundo de fantasías e ilusiones del cual no quiere salir.

Ya es hora de cambiar nuestra mente débil, por una mente intelectual y lógica; no podemos seguir viviendo en ese mundo irreal y fantasioso lleno de falacias, el cual, nos crea un afán de hacer hasta lo imposible para alterar o no, el supuesto futuro que nos espera, manteniéndonos así, en la completa ignorancia, desespero y estrés.

El conocimiento científico ha sido una pieza fundamental en la historia de la humanidad y del avance en general de todos los fenómenos que nos circundan. Día a día muchos científicos han comprobado hipótesis que se han convertido en leyes universales; como la ley de la Gravedad planteada por Newton. Siendo así, es mejor creer en cosas que ya se hayan comprobado, que confiar en conocimientos superficiales que nos van a conllevar a un retroceso intelectual.

Existen cientos de supersticiones que no tienen una base firme y que nadie ha podido comprobar; como por ejemplo, se dice que es de mala suerte pasar por debajo de una escalera, romper un espejo, derramar sal, entre otros eventos que no funcionan igual en todas las personas. ¿Qué está pasando? ¿Es que acaso todas las mentes humanas se están volviendo infantiles? O ¿es que se ha acabado nuestra capacidad de raciocinio? No podemos seguir creyendo en hipótesis que no han sido comprobadas; es importante abrir los ojos y pensar firmemente en vencer todas esas creencias que nos impiden sumergirnos en un mundo lleno de conocimientos, coherencia y racionalidad;

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