EL HOMBRE Y SU ENTORNO

La existencia del hombre como especie está ligada al medio ambiente. Los desastres naturales pueden ser la respuesta negativa del entorno sobre el hombre. Toda consideración concerniente a la separación vivo-inerte, se relaciona estrechamente con la antagonía presente en la naturaleza de una vía ascendente y una descendente en los procesos naturales, una propia de la esfera biológica y la otra propia de la fenomenología descripta por el aumento de la entropía. Reconocer y familiarizarse con la vía descendente, con la constante degradación de lo no vivo en la naturaleza, es acentuar la discrepancia entre nosotros y el mundo; más aún cuando la degradación del mundo se eleva al rango de ley.

El hombre por naturaleza es un ser social, por medio del lenguaje el hombre se relaciona entre sí; construyendo así la cultura. El hombre nace como un ser indigente e inacabado, más aún, siempre está inacabado. La realización del hombre no se desarrolla y se logra por sí misma como en los animales, sino por un esfuerzo continuo de aprendizaje, reflexión y voluntad libre. Experimenta una continua tensión entré lo que es y lo que quiere. El hombre es un organismo más, en nuestro planeta y desde la Prehistoria, o sea en las primeras etapas del desarrollo de la humanidad, con la aparición de seres bípedos con características netamente humanas (Pitecántropos y Sinántropodos), hasta los primeros testimonios escritos quedan comienzo a la denominada Edad Antigua, se encuentran relaciones entre el hombre y el medio que lo rodea, donde mediante su actividad práctica va transformando el entorno, es por ello tan importante darle importancia al medio ambiente.

La naturaleza del hombre en la teoría política de Aristóteles, señalan que esta se encuentra construida sobre una concepción específica de hombre. El hombre nace mucho menos preparado para la vida que los demás animales. Falta el revestimiento de pelo y por tanto, la protección natural contra la intemperie; faltan los órganos naturales de ataque y una formación corporal apropiado para la huida; el hombre es superado por la mayoría de los animales en la agudeza de los sentido; tiene una carencia, mortalmente peligrosa para su vida, de auténticos instintos y durante toda su época de lactancia y niñez está sometido a una necesidad de protección incomparablemente prolongada. Los animales nacen especializados y por eso determinados por la naturaleza, el hombre se hace así mismo utilizado de modos muy distintos, las realidades naturales. El mundo animal está programado desde su primera célula y cumplirá el destino, inexorablemente guiado por los instintos y las circunstancias. El hombre es un ser social porque tiene una praxis inteligente, es decir, que conoce lo real en cuanto real y puede organizar los medios al fin, de diversas maneras, entre las cuales le exige organizarse en grupo para defenderse y modificar el entorno.

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