El Hombre En Busca De Sentido

El placer del sufrimiento.

Los seres humanos somos hedonistas, siempre buscamos conseguir placer y evitar el dolor, pero ¿Qué hacemos cuando solo existe en nuestra vida sufrimiento? ¿Acaso nuestra vida pierde el sentido? Esta obra nos permite ver un nuevo modo de encontrarle sentido a nuestra vida, como las pequeñas cosas pueden llegar a formar nuestro ser.

Debemos elegir, en esta sociedad contemporánea entre la moral y la felicidad, entre la Fe y el consuelo, encontrar la manera de hacerlo estando presionados y privados de nuestra libertad, física o espiritualmente, cuando no hay más consuelo y lo único que tienes es un poco de Fe, comienzas a darle importancia a las pequeñas acciones, a la felicidad del otro, empiezas a darte cuenta que no estas completamente solo en el sufrimiento interno, que tu vida puede tener sentido aun sin todos los placeres a los que los seres humanos queremos llegar a tener. No eres conformista, simplemente la vida te da lo que realmente necesitas y te arrebata lo que cumplió su cometido o lo que bloquea tu visión. No existe el perderlo todo, siempre queda algo que rescatar y que utilizar para seguir adelante. Aunque sintamos que la sociedad nos quiere extinguir, nuestra Fe y nuestras alternativas hacia el sentido de la vida nos permite seguir en este mundo con un propósito o misión. El dolor ajeno y el dolor propio no son nada comparados con lo que la esperanza puede llegar a causar en el interior de nuestro ser. La moral puede marcarnos reglas pero nuestra esencia siempre nos señalara quienes somos y que queremos en verdad.

La vida en sus distintas fases nos pone dificultades, pero aunque sufras de depresión o de ansiedad, tu vida no pierde el sentido, solo debes modificarlo, porque esta vida es variable y nuestra sociedad es exigente.

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