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Hombre En Busca Del Sentido


Enviado por   •  21 de Marzo de 2014  •  2.304 Palabras (10 Páginas)  •  220 Visitas

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EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO

VIKTOR FRANKL

El Dr. Frankl, psiquiatra y escritor del libro el hombre en busca del sentido, este libro al principio Frankl pensó escribirlo de manera anónima y solo con el numero de prisionero que es único que importaba el numero 119.104 pero después decidió dejar el anonimato y contar las experiencias que vivió al estar el un campo de concentración durante la segunda guerra mundial , cuenta la historia ya que él, ha sido unos de los pocos supervivientes y ha llegado a ver todo lo que sucede desde que suben a todos los judíos en vagones de tren creado para transportar a 200 personas lo utilizan para transportar a algunas 1100 personas con rumbo a su muerte en la mayoría de los casos. una vez dentro del campo de concentración se realizaba una selección de persona donde cada persona uno por uno pasaba a una revisión donde un comandante solo una seña indicaba si seria ejecutado o enviado a trabajo: Los enfermos, agotados e incapaces de trabajar, los llevaban directamente a la cámara de gas y los capaces de trabajar los dejaban para realizar trabajos muy duros.

Primera fase: Internamiento en el campo

Todos los prisioneros fueron transportados al primer campo de concentración en tren. Cuando los prisioneros se encontraban en el tren sentían una cierta esperanza de que pudieran volver a sus casas con sus familias, esperanza que con el paso del tiempo desaparecería. Una vez dentro del campo de concentración se realizaba una selección de persona donde cada persona uno por uno pasaba a una revisión frente un oficial, quien después de examinarlos minuciosamente con la mirada y con solo una seña indicaba si seria ejecutado o enviado a trabajo: Los que se miraban mas enfermos, agotados e incapaces de trabajar, los llevaban directamente a la cámara de gas y los capaces de trabajar los dejaban para realizar trabajos muy duros. Después de esta selección, los bañaron y les quitaron todo lo que poseían. Tenían que dormir en literas de tres pisos. En cada litera (que medía aproximadamente 2 X 2,5 m) dormían nueve hombres directamente sobre los tablones por cada nueve hombres había dos sabanas, ni se cambiaban de ropa en meses. Para ellos era una situación muy angustiosa. algunas sorpresas más acerca de lo que eran capaces de soportar: no podían limpiar sus dientes y, sin embargo y a pesar de la fuerte carencia vitamínica, sus encías estaban más saludables que antes. Tenían que llevar la misma camisa durante medio año, hasta que perdía la apariencia de tal. Pasaban muchos días seguidos sin bañarse ni siquiera parcialmente, porque se helaban las cañerías de agua y, sin embargo, las llagas y heridas de las manos sucias por el trabajo de la tierra no supuraban (es decir, a menos que se congelaran). O, por ejemplo, aquel que tenía el sueño ligero que molestaba el más mínimo ruido en la habitación, se acostaba ahora apretujado junto a un camarada que roncaba ruidosamente a pocas pulgadas de su oído y, sin embargo, dormía profundamente a pesar del ruido. Algunos reclusos se lanzarían contra la alambrada". Esta era la frase que se utilizaba en el campo para describir el método de Suicidio más popular: tocar la cerca de alambre electrificada. Frankl llego a la conclusión de que La reacción de un hombre tras su internamiento en un campo de Concentración representa igualmente un estado de ánimo anormal, pero juzgada objetivamente es normal.

Segunda Fase: La vida en el campo

El prisionero en unos pocos días pasaba a Una fase de apatía relativa en la que llegaba a una especie de muerte emocional el prisionero recién llegado experimentaba las torturas de otras emociones más dolorosas, todas las cuales intentaba amortiguar. La primera de todas era la añoranza sin límites de su casa y de su familia. Los castigos se repetían con frecuencia así que al final los prisioneros no sentían piedad u horror. Los sentimientos y las emociones empiezan a desaparecer. La apatía, el adormecimiento de las emociones y el Sentimiento de que a uno no le importaría ya nunca nada eran los síntomas que se manifestaban en la segunda etapa de las reacciones psicológicas del prisionero y lo que, eventualmente, le hacían insensible a los golpes diarios, casi continuos. Gracias a esta insensibilidad, el prisionero se rodeaba en seguida de un Caparazón protector muy necesario. Los golpes se producían a la mínima provocación y algunas veces sin razón alguna. Los prisioneros deseaban que se acabara el día, ya que por la noche venían los sueños que por malos que fuesen, serían mejores que la realidad que tenían que sufrir. La apatía, el principal síntoma de la segunda fase, era un mecanismo necesario de autodefensa. La realidad se desdibujaba y todos los esfuerzos y todas las emociones se centraban en una tarea: la conservación de sus vidas y la de otros compañeros. Era típico oír a los prisioneros, cuando al atardecer los conducían como rebaños de vuelta al campo desde sus lugares de trabajo, respirar con alivio y decir: "Bueno, ya pasó el día."

En el campo no les daban casi comida y se notaba claramente la desnutrición que tenían. Los pensamientos de los prisioneros eran básicamente la esperanza de libertad. Los temas de conversación entre prisioneros se basaban en política y creencias religiosas. En el campo de concentración todos los prisioneros se conformaban con muy poco, ya que tenían que estar satisfechos de estar aún con vida. No podían disfrutar ni de la soledad, ya que siempre estaban vigilados por los guardias. Muchos de los prisioneros pensaban en planear la fuga ya que añoraban la libertad. El hambre y la falta de sueño empezaban a ser un problema. la perversión sexual era mínima. Incluso en sueños, el prisionero se ocupaba muy poco del sexo, aun cuando según el psicoanálisis "los instintos inhibidos", es decir, el deseo sexual del prisionero junto con otras emociones deberían manifestarse de forma muy especial en los sueños.La preocupación que mas importaba a los prisioneros era que si sobrevivirían al campo de concentración. La influencia más deprimente era el tiempo iba a durar el encarcelamiento. En un campo de concentración, el prisionero que pierda la Fe, está condenado. El sentido de la vida en un campo de concentración era luchar contra la muerte o del sentimiento de querer que llegue la muerte. La psicología de los guardias del campamento era: En 1º lugar: existían guardias sádicos, en 2º lugar: guardias muy severos y en 3º lugar: los sentimientos de los guardias que habían sido testigos de las brutales palizas del campo.

Pero todos buscaban un sentido a vivir en esas condiciones como De vez en cuando se improvisaba

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