El Humanismo

EL HUMANISMO

El humanismo: Es un concepto definido desde la filosofía y se trata de una actitud que intentó poner especial énfasis en la dignidad y el valor de la persona humana, considerándola como un ser racional capaz de practicar el bien y encontrar la verdad. Se trata también de un concepto utilizado para definir los movimientos culturales y literarios presentes en Europa del siglo XIV y XV. El humanismo se conforma como todo un movimiento y se origina en Italia a fines de la edad media cuando personajes tan importantes como Dante, Rogers y Petrarca entre otros, que realizaron grandes aportes al descubrimiento y conservación de obras clásicas.

Tomando en consideración lo antes expuesto, el humanismo del siglo XXI, Rivas (2006) comenta que es inherente a la Universidad como concepto y concreción de la educación, la sabiduría y los valores humanos asumidos en los actuales momentos como amplios retos. En la actualidad existe la necesidad impostergable de retomar el humanismo como ideología y proyecto de vida que le compete a la universidad promover e incrementar dentro de su espacio propio. No se trata de cualquier corriente humanista, sino de aquella que busca que el hombre se forme como ser humano y propicie la realización de los demás seres humanos teniendo como punto de partida los valores humanos.

De allí que el humanismo en la educación es un acto de formación y reencuentro del hombre con su esencia; consiste en reflexionar y velar porque el hombre se eduque humano y no más inhumano o un bárbaro, es decir, fuera de sus valores y esencia. Sin embargo, el humanismo va más allá de lo cultural y de lo históricamente planteado. Significa un profundo conocimiento del ser humano, educado en valores, con características intelectuales que se pueden cultivar y acrecentar, con sentimientos, emociones, programas educativos acordes a una realidad social y humana, con necesidades físicas, de espiritualidad y sociabilidad.

Es bien sabido, que el desarrollo científico, tecnológico que se ha vivido en estos últimos años, ha interconectado y transformado al mundo en los aspectos económicos, políticos, sociales y culturales en un espacio globalizado, desapareciendo fronteras con consecuencias benéficas para la humanidad, proporcionando una buena calidad de vida, enormes logros en medicina y salud, alargando el promedio de supervivencia.

Sin embargo, estas grandes ventajas no han desarrollado mejores seres humanos, al contrario, se vive en un mundo cada vez más superfluo, alejados de la realidad, con ideas raras, egoístas, mercantilistas, presuntuosos, enajenados por modas pasajeras sin ningún valor, han acrecentado la ambición entre los hombres y el poder como principal medio para dominar a los semejantes. Es decir, se a establecido una crisis de desvalorización del ser humano que se manifiesta en formas tales como: deterioro ambiental, inseguridad, migración, terrorismo, narcotráfico, violencia, marginalidad, guerra, pobreza, analfabetismo, ignorancia, intolerancia, discriminación.

Al respecto Rivas (2006) indica que por consiguiente, se requiere de profundas transformaciones en torno a la forma de ser, pensar y de actuar de esta civilización que en realidad muy poco tienen de civilizada. De allí, la gran meta de las instituciones educativas las cuales requieren transformaciones tanto de fondo como de forma, sino también como principal meta de formar personas calificadas, que no sólo compitan por los mejores puestos profesionales. Así mismo, se requiere de estudiantes que se amolden, se ajusten y sean competentes para encajar dentro de un sistema, listos para producir pero también capaces de autoevaluarse constantemente tanto en lo profesional como lo personal. Por lo tanto el hombre debe convertirse en un todo armónico donde todas las potencialidades y habilidades han de desarrollarse plenamente y no sólo la razón.

De estas orientaciones humanistas es de

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