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El Manifiesto Comunismo


Enviado por   •  23 de Agosto de 2013  •  1.792 Palabras (8 Páginas)  •  244 Visitas

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MANIFIESTO COMUNISMO

CAPITULO I:

BURGUESES Y PROLETARIOS

Es para Marx y Engels la “lucha de clases”, lo que hace posible el dinamismo de la historia. Prueba de ello son las clases opuestas generadas en cada etapa de la historia. Es decir que una sociedad constituida por dos clases antagónicas, opresores y oprimidos. En el s.XIX Marx y Engels distinguen dos clases antagónicas el proletariado y la burguesía, clases con existencia notoriamente marcadas dentro de la sociedad humana.

Son los descubrimientos geográficos, los intercambios comerciales, el progreso científico, etc lo que hace que se realicen exploraciones alrededor del mundo. Y estos grandes acontecimientos hace que surge la burguesía, este desarrollo influyó, a su vez, en el auge de la industria, y a medida que se iban extendiendo la industria, el comercio, la navegación y los ferrocarriles, desarrollando la base de la burguesía, multiplicando sus capitales y relegando a segundo termino a todas las clases legadas por la edad media. Junto con el desarrollo económico alcanzado por la burguesía está la conquista del poder político, es decir, el control del estado; que traducido en la práctica no era más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa. En palabras de Marx y Engels, la burguesía es lugar de la explotación velada por ilusiones religiosas y políticas, que a establecido una explotación abierta, descarada, directa y brutal. Sin embargo, dichos cambios no serian posibles sino promueven la constante la revolución de los instrumentos de producción y, por consiguiente las relaciones de producción, y con ellos todas las relaciones sociales. De ésta manera, la burguesía adquiere entre otros caracteres, el cosmopolitismo que busca expandirse para dar salida a sus productos y fomentar el consumo. Así, es como la burguesía va formando un mundo “a su imagen y semejanza”.

Este desarrollo de la burguesía en el ámbito económico, político y social resulta tan fuerte que ella misma va perdiendo control sobre sus fuerzas ,quedando solo como medio de contención, la necesidad de buscar más mercados, de explotar más a las masas productivas; y ello solo es posible generando crisis extensas y muy violentas, casi imposibles de prevenirlas. Estos hombres modernos despojados de los medios de producción se ven obligados a vender su fuerza de trabajo que es lo único que poseen para poder vivir. No obstante, la maquinización de la producción lo ha relegado a ser un “apéndice de la maquina”, quitándole con ello toda capacidad creadora y obteniendo un salario no mayor del que le permita seguir subsistiendo en el mundo.

Pero las constantes contradicciones del sistema burgués no solo aumentan en número a la clase de los proletarios, sino que al empeorar su situación, terminan por tomar conciencia de su situación con las propias armas que les brindan la burguesía y comienzan a organizarse, a formar asociaciones, listos para responder al ataque del burgués capitalista. En estas luchas del proletariado, no es la victoria inmediata lo que más importa, sino la expansión de una consigna de unidad entre los obreros, la concientización de la clase trabajadora, el reconocimiento de pertenencia a una clase que en busca de sus intereses debe confrontarse con la burguesía. Ello a de devenir en una lucha no por pequeñas reivindicaciones sino en una lucha política abierta donde se busque su reconocimiento como clase y todo lo que ello implica.

De esta manera, todo lo creado e impuesto por la burguesía como las leyes, la moral, la religión, son para el proletario meros prejuicios burgueses, detrás de los cuales se ocultan otros tantos intereses de la burguesía. Marx y Engels ven por lo tanto la existencia de la burguesía, incompatible con la sociedad porque ya “no es capaz de dominar, porque no es capaz de asegurar a su esclavo la existencia, ni siquiera dentro del marco de la esclavitud, porque se ve obligado a dejarle de caer hasta el punto de tener que mantenerle, en lugar de ser mantenido por él.

CAPITULO II:

PROLETARIOS Y COMUNISTAS

Frente al movimiento de los proletarios, Marx y Engels, explican la posición de los comunistas. Plantean que ellos comparten los mismos intereses y objetivos que los movimientos proletarios. Solo que por su condición formativa, ellos poseen una visión clara y conjunta de las condiciones, marchas y resultados del movimiento proletario. Pero coinciden en sus objetivos inmediatos como la constitución del proletariado de clase, derrocamiento de la burguesía, etc.

Para Marx y Engels, los comunistas buscan abolir la propiedad privada, pero la propiedad burguesa. Esto en vista de que el trabajo asalariado practicado por la burguesía genera capital. En tal sentido, el antagonismo generado por ella, no conlleva a la idea herrada de querer abolir los medios de subsistencia del proletariado, sino abolir aquello que hacen que el capital se acreciente a costa de la miseria del proletariado.

Marx y Engels continúan desmitificando todas las interpretaciones incoherentes lanzadas contra el comunismo como la supuesta abolición por parte de los comunistas de los vínculos familiares, sobre la comunidad de las mujeres, acerca de la patria, etc. Las ideas de los burgueses buscan defender a toda costa sus intereses. Marx y Engels dicen al respecto “las ideas dominantes en cualquier época no han sido nunca más que las ideas de la clase dominante”.

Así los comunistas son aquellos que han de corregir las confusiones teóricas de los burgueses en aras del entendimiento claro de la situación real por parte del proletariado que ya junto con los comunistas comparten ideas revolucionarias.

Concluye Marx y Engels con la necesidad de que el proletariado tome el poder

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