El Movimiento Inteigente

El autor comienza básicamente haciendo la analogía entre dos actividades diferentes, como componer un poema y jugar al baloncesto y se enfoca a los largo de este capítulo a tratar de convencer al lector de que estudiar las semejanzas y diferencias de actividades tan distintas arrojan claridad a un tema eternamente oscuro.

Toda actividad, sea rutinaria o artística sigue el mismo esquema de realización. José Antonio Marina distingue los tipos de movimientos, y para él, el Movimiento Inteligente tiene dos características distintas, es voluntario y posee habilidades inaccesibles para el animal.

Siendo la acción la primera manifestación de la inteligencia, realizada principalmente por la mano, dicha parte del cuerpo le permitió al hombre tener mayor habilidad y ventaja respecto a los animales permitiendo así el desarrollo de la inteligencia. Muchas veces ignoramos lo importante que es la mano en nuestras vidas y que sin ella no podríamos realizar la mayor parte de las actividades que a diario ejecutamos.

“El organismo es un sistema en continuo movimiento, es cierto que nos movemos por motivaciones complejas y que son nuestros deseos o necesidades los que lo que nos impulsan a la acción”. El origen y el responsable de los movimientos, es lo que el autor define como el Yo Ejecutivo, el movimiento inteligente habla de las funciones que tiene el cerebro en conjunto con el cuerpo y como una relación de constante retroalimentación que permite ejecutar diferentes actividades y modificarlas dependiendo del éxito obtenido.

Los movimientos intencionales ponen en ejecución un proyecto y siguen un esquema de acción, empezando porque todo movimiento intencional tiene un plan que lo provoca a actuar, desde levantarse por algo, se requiere de una motivación y conocimiento previo que permita la ejecución del plan y las posibles adaptaciones a este, dependiendo de la situación.

También existe un movimiento creador o inteligente y el autor pone el ejemplo del entrenamiento deportivo, que es un proyecto que el hombre sigue y que realiza basado en algo que imagina. El proyecto es el plan que guía los movimientos y la conducta. Es una representación mental que decidimos realiza, lo que defina la acción o movimiento voluntario es la tarea motora. La mente crea esquemas ya sea de acción o de movimiento que se alimentan de información, que luego van a ser procesados para la continuidad a la acción.

El hombre tiene control sobre sí mismo, así como sabe que sabe, mueve lo que quiere mover, y sus movimientos los realiza por y para algo siguiendo un diseño de acción, cómo va a moverse, cómo se está moviendo y cómo deberá moverse. Sin embargo, la inteligencia y el nivel de conciencia sobre sí mismo es tal, que su pensamiento llega también a otros niveles que incluyen una posibilidad perdida, el cómo debió haberse movido, o cómo se hubiese podido mover en otras circunstancias. Todo esto englobando lo que el autor nos viene repitiendo: los fines, un proyecto, una meta a lograr, deseos a satisfacer y planes a crear.

Cuando el autor se refiere a la energía corporal del ser humano, es inevitable que haga referencia a que es limitada, pues para realizar alguna actividad sólo dispone de cierta cantidad, es decir, el la administra para poder aguantar lo necesario. Está claro que la inteligencia humana no es como la artificial, ya que el hombre se cansa, el ordenador no, por tanto la inteligencia ha de encargarse de la energía. Lo cual es un privilegio del hombre, pues el animal carece de él.

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