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El Positivismo


Enviado por   •  24 de Febrero de 2014  •  2.806 Palabras (12 Páginas)  •  265 Visitas

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INTRODUCCIÓN

El termino positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés del siglo XIX Auguste Comte, pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo británico David Humé, al filósofo francés Saint-Simón, y al filósofo alemán Immanuel Kant.

Cuando el inesperado romanticismo fija la atención de los hombres estudiosos, es un gran espectáculo y vamos a decir que la filosofía es el régimen intelectual de todo estado, precisamente porque es un estado que viene de otros y conduce a otros y es algo esencialmente diverso en sí misma.

Por eso, vamos a ver que la positividad se halla constituida por ser un carácter que afecta las cosas en tanto que, en una u otra forma, se manifiestan.

El conocimiento de los hechos es relativo porque hace referencia intrínseca al hombre que se enfrenta con los hechos y a su modo de enfrentarse con ellos.

1. EL POSITIVISMO

Es el sistema filosófico basado en la experiencia y el conocimiento empírico de los fenómenos naturales, en el que la metafísica y la teología se consideran sistemas de conocimiento imperfecto e inadecuado.

1.1- EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO:

El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés del siglo XIX Auguste Comte, pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo británico David Hume, al filósofo francés Saint-Simón, y al filósofo alemán Immanuel Kant.

Para dar una respuesta a la revolución científica, política e industrial de su tiempo, Comte ofrecía una reorganización intelectual, moral y política del orden social. Adoptar una actitud científica era la clave, así lo pensaba, de cualquier reconstrucción.

Afirmaba que del estudio empírico del proceso histórico, en especial de la progresión de diversas ciencias interrelacionadas, se desprendía una ley que denominó de los tres estadios y que rige el desarrollo de la humanidad. Analizó estos estadios en su voluminosa obra curso de filosofía positiva (6 Vols. 1830-1842) Dada la naturaleza de la mente humana, decía cada una de las ciencias o ramas del saber debe pasar por “tres estadios teoréticos diferentes: el teológico o estadio ficticio; el metafísico o estadio abstracto; y por último, el científico positivo”.

En el estadio teológico los acontecimientos se explican de un modo muy elemental apelando a la voluntad de los dioses o de un Dios. En el estadio metafísico los fenómenos se explican invocando categorías filosóficas abstractas. El último estadio de esta evolución, el científico o positivo, se empeña en explicar todos los hechos mediante la aclaración material de las causas.

Toda la atención debe centrarse en averiguar cómo se producen los fenómenos con la intención de llegar a generalizaciones sujetas a su vez a verificaciones por observación comprobación.

La obra de Comte es considerada como la expresión clásica de la actitud positivista; es decir, la actitud de quien afirma que tan solo las ciencias empíricas son la adecuada fuente de conocimiento.

Cada uno de estos estadios, afirmaba Comte, tiene su correlativo en determinadas actitudes políticas. El estadio teológico tiene su reflejo en esas nociones que hablan del Derecho Divino de los reyes. El metafísico incluye algunos conceptos tales como el contrato social, la igualdad de las personas o la soberanía popular. El estadio positivo se caracteriza por el análisis científico o “sociológico” (término acuñado por Comte que significa estudio o tratado sobre lo social) de la organización política. Bastante crítico con los procedimientos democráticos, Comte anhelaba una sociedad estable gobernada por una minoría de doctos que empleara métodos de la ciencia para resolver los problemas humanos y para imponer las nuevas condiciones sociales.

Anqué rechazaba la creencia en un ser transcendente, reconocía Comte el valor de la religión, pues contribuía a la estabilidad social. En su obra Sistema de Política Positiva (1851-1854; 1875-1877), propone una religión de la humanidad que estimulara una benéfica conducta social. La mayor relevancia de Comte, sin embargo, se deriva de su influencia en el desarrollo del positivismo.

Comte eligió la palabra positivismo sobre la base de que señalaba la realidad y tendencia constructiva que él reclamó para el aspecto teórico de la doctrina. En general, se interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a través del conocimiento científico, y por esta vía, del control de las fuerzas naturales. Los dos componentes principales del positivismo, la filosofía y el Gobierno (o programa de conducta individual y social), fueron más tarde unificados por Comte en un todo bajo la concepción de una religión, en la cual la humanidad era el objeto de culto. Numerosos discípulos de Comte rechazaron, no obstante, aceptar este desarrollo religioso de su pensamiento, porque parecía contradecir la filosofía positivista original. Muchas de las doctrinas de Comte fueron más tarde adaptadas y desarrolladas por los filósofos sociales británicos Jhon Stuart Mill y Hebert Spencer así como por el filósofo y físico austriaco Ernst Mach.

El Positivismo compitió con el materialismo conformándose como una de las filosofías más profundas arraigadas del siglo XIX.

La filosofía positiva está claramente expresada de las ciencias experimentales, es decir la física, la biología y la química, como reacción frente a las construcciones metafísicas y el idealismo.

Comte considera a la ciencia como el único instrumento capaz de garantizar el positivismo. Se basó en la tradición del empirismo clásico o sea, en la idea de que cualquier conocimiento, para ser verdadero, debe apoyarse en la experiencia. Cualquier tesis no comportable empíricamente es considerada metafísica y rechazada como verdad científica.

Las distintas ciencias particulares están adscritas a un determinado sector de la realidad. Para el positivismo, la filosofía tiene la exclusiva misión de elaborar una concepción total del mundo, es decir de organizarlos saberes parciales de las diversa ciencias. La realidad siempre responde a las mismas leyes. En la órbita del positivismo aparecieron después corrientes menores como el evolucionismo cultural y el materialismo mecanicista. Como base racional de la acción de la humanidad sobre el mundo exterior como estudio positivo de la naturaleza comienza hoy a ser universalmente apreciado.

Para Comte la filosofía positiva implicaba una reforma social, una política, un proceso educativo,

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