El Sacramento Del Bautizo
franciscomunoz27 de Octubre de 2013
770 Palabras (4 Páginas)487 Visitas
Sacramento del Bautismo
Introducción:
Nuestros Padres nos transmitieron la vida natural, pero eso no es suficiente. Dios nos destinó una vida sobrenatural; nacemos privados por ella, por el pecado original, heredado de Adán.
Por el sacramento del bautismo renacemos a la vida divina, y somos hechos hijos de Dios, además quedamos configurados con Jesucristo: cada Bautizado es "otro Cristo"; y nos incorporamos a la Iglesia, que es el cuerpo místico de Cristo. Con el bautismo, la Santísima Trinidad toma posesión del alma y comienza a santificarnos, con tal de que no pongamos obstáculos: los bautizados estamos llamados a la santidad. El Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana.
Según la voluntad del Señor, el sacramento del Bautismo es necesario para la Salvación. Por eso en caso de necesidad, puede administrarlo cualquier persona. Por otra parte, los adultos que no han podido recibir este sacramento, sin culpa por su parte, pueden salvarse si tiene el deseo de recibirlo, junto con el amor a Dios, que incluye el arrepentimiento de los pecados. Es el llamado "bautismo de deseo". Lo mismo ocurre con los que, no habiendo recibido todavía el anuncio del Evangelio, buscan sinceramente a Dios y se esfuerzan por cumplir su voluntad. También alcanzan la salvación los que, sin estar bautizados, padecen el martirio, es decir la muerte por causa de la Fe. Es el "bautismo de sangre". En cuanto a los niños muertos sin autizar, la iglesia solo puede confiarlos a la misericordia de Dios.
Sacramento del Bautismo
El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión.
El Bautismo forma parte de lo que la Iglesia llama Sacramentos de Iniciación. Siguiendo la analogía de la vida natural, que tiene un origen, un crecimiento y necesita un sustento, el cristiano nace a la vida de la Gracia por el Bautismo, crece por la Confirmación y se nutre y fortalece por la Eucaristía. Todavía faltan los demás Sacramentos llamados de Curación y de Servicio a la Comunidad, que conforman en plenitud la vida Cristiana.
La palabra clave de la definición es "regenerados" o sea, que somos generados nuevamente, nacidos de nuevo. En efecto, cuando el fariseo Nicodemo, de noche, visita a Jesucristo, recibe del Señor la siguiente noticia: "En verdad te digo, nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo, de lo alto" (Jn.3,3). Así como nacemos a la vida natural por medio de los padres, nacemos a otra vida superior en el Bautismo. Cuando Jesús dijo: "He venido para que tengan Vida y la tengan en abundancia" (Jn.10,10), nos estaba prometiendo no la vida natural que se adquiere por la unión conyugal, sino la Vida Divina que él tiene desde la eternidad, como Hijo de Dios. Es designio eterno de Dios el que los hombres lleguemos a participar de su Divinidad. Es lo que llamamos Gracia Santificante.
Por encima de todo lo que nos proporciona el Bautismo, está el prodigio de llegar a ser divinizados por el agua y el Espíritu Santo en el sencillo rito del Bautismo. Es el momento más importante de nuestras vidas. Si debemos agradecer a nuestros padres naturales el habernos comunicado la vida humana, ¡cómo podremos agradecer a Dios el comunicarnos su Vida Divina! La Gracia es evidentemente el don más extraordinario y preciado del Cristiano.
Conclusión.
La iglesia necesita de muchas personas para poder crear aqui en la tierra el Reino de Dios, un lugar lleno de amor, paz, perdón y todo lo lindo que pueda existir en
...