El concepto de felicidad

EL CONCEPTO AZAROSO DE FELICIDAD.

Felicidad pareciera ser el objetivo último, el zenit, el final placentero del camino poco fácil de hombres y mujeres.

Para algunas almas, el que no es infeliz es feliz; esta es una de las cosas que predica y establece el mundo dual, la dualidad de las cosas. En lo dual no hay puntos medios. Si no eres feo eres bonito; si no eres un ser "malo" entonces eres "bueno", y así́ sucesivamente.

La felicidad e infelicidad toman forma a través del tiempo, se van moldeando por las construcciones culturales enmarcadas en cada pueblo, nación, barrio, comarca, etc.

Un campesino que cultiva banano y piña, que vive solo y que tiene una rutina casi en espiral todo el año, quizá su felicidad, aparte de obtener una abundante cosecha para comerciarla en la ciudad, sea sentarse en un banco, solitario, en la cocina de su casa, y asar un plátano semimaduro mientras elabora una catanga e inhala tabaco de su pipa. Su campo de existencia; su universo, se cierne en esas herramientas y vivencias, no necesita artilugios postizos como lujos o manufactura que no conoce o no anhela. Su felicidad o infelicidad se ciñen especialmente en factores de salud y satisfacción de necesidades fisiológicas.

Quizás el problema sea la búsqueda. Quizá́ la felicidad se presente ilusoriamente en intervalos de tiempo: una trabajadora que es ascendida en su corporación, se impregna de felicidad, al tiempo que nace en ella una repentina insatisfacción al saber que hay peldaños superiores en esa escala laboral; quizá́ el problema aquí sea el cargo que ahora ella visualiza y aún no tiene.

De pronto la felicidad radique en salirse del mundo, en transitar por encima de él sin involucrarse, pero... ¿cómo es estar en el mundo y a la vez no? Una vez alguien dijo que salirse es encerrase en un cuarto sin dispositivos de comunicación. Otro, agrego que se puede estar en el mundo exterior sin en realidad estar, que eso -lo dijo convencido- es salirse..., salirse de este mundo caótico con pinceladas de bienestar esporádicas.

También los conceptos de felicidad e infelicidad se configuran en formas dominadas por sesgos, como el trato que es dado a una persona blanca cambia de manera drástica cuando es negra, haciendo infeliz a esta última.

Para algunos, la felicidad está en poseer la razón, pero ¿no es eso una forma de esclavitud? ¿Y… si esa razón tan deseada se torna esquiva?

El planteamiento de ser feliz y mantener ese estado encuentra peso extra en el mundo actual. Quizá lo que hizo ser feliz a alguien hace diez años, ahora no. Algunas personas se dan cuenta que para mantener la felicidad hay que hacer cambios, hay que desafiarse.

El ser feliz es más un estado individual, ese estado tiene múltiples aspectos para gestionar y operar, los cuales funcionan solo para usted.

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