CONCEPTO DE FELICIDAD SEGÚN ARISTOTELES

CONCEPTO DE FELICIDAD SEGÚN ARISTOTELES

(Libro 1- Ética Nicomaquea)

El concepto de felicidad es muy amplio y muchas veces puede su contenido ser común, y concordar esa definición con la concepción que tienen de felicidad otras personas, en términos generales tenemos como concepto de felicidad, ese estado de ánimo de la persona, la cual se siente plenamente satisfecho porque goza de aquello que desea o por simplemente disfrutar algo bueno.

Aristóteles nos ofrece el concepto de felicidad, como actividad de acuerdo a la virtud, si el hombre feliz vive bien, entonces obra bien. El obrar sigue al ser para la consecución de su finalidad. Aun cuando la manera de vivir la vida sea elegible, pues somos seres naturales y tenemos una finalidad. Esa finalidad es la que conocemos como felicidad, la cual obtenemos mediante la trascendencia. “La felicidad se trata, en esencia, de vivir y obrar el bien; es decir, de llevar una vida rica en virtudes”.

Ahora bien, Aristóteles nos habla de ciertas características de la felicidad como lo son: el Fin último o perfecto, suficiente, la actividad del alma de acuerdo a la virtud, una vida completa, lo mejor y lo más hermoso, placentera, adecuada provisión de bienes externos.; explicare porque Aristóteles se refiere a cada una de dichas afirmaciones, empezando con el Fin Último o perfecto, el cual nos explica que la felicidad consiste en vivir en plena conformidad con el orden enteramente racional del mundo, que ese fin último y perfecto está en el hacer del hombre que tenga la capacidad para una vida racional, en donde el alma humana encuentre su más alta satisfacción en esa práctica de virtudes intelectuales, que los fines son varios y algunos de éstos los elegimos por otros, como la riqueza, si hay sólo un bien perfecto, ése será el que buscamos, y si hay varios, el más perfecto de ellos. Le llamamos perfecto al que se busca por otra cosa, y al que nunca se elige por causa de otra cosa, lo consideramos más perfecto que a los que se eligen, ya por sí mismos, ya por otra cosa. Sencillamente, llamamos perfecto lo que siempre se elige por sí mismo y nunca por otra cosa. Así mismo en el ejercicio de sus facultades racionales, la felicidad entonces nos señala una perfecta satisfacción, aquella plenitud por haber alcanzado su ser verdadero, la felicidad es el fin supremo y el sentido de la existencia humana, que no es gratuito, sino, fruto de una vida llena de moral y virtudes, y que se desprende del tiempo cuando se alcanza, ello contiene la virtud del intelecto, la sabiduría, la cual es la más alta

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