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En Pro Y En Contra De Una ética Laica


Enviado por   •  24 de Marzo de 2015  •  1.579 Palabras (7 Páginas)  •  273 Visitas

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“En pro y en contra de una ética laica”

1 ¿QUÉ ES UNA CRISIS DE VALORES?

¿Existe una crisis moral? ¿Existe una crisis de valores? ¿En dónde? ¿En Italia, en Europa, en una parte del mundo en todo el mundo? Nos damos cuenta que las respuestas son difíciles, porque nuestros juicios son extremadamente subjetivos: hay pesimistas crónicos y optimistas a ultranza. Están los tradicionalistas, para los cuales todo era bello en el pasado y todo es feo en la actualidad; están los progresistas, para los que a pesar de las apariencias la historia humana procede inevitablemente hacia lo mejor, y así por el estilo.

La misma palabra “crisis” es la expresión de un estado de ánimo más que un juicio basado en argumentos derivados de la razón o de la experiencia. Por lo demás, no hay periodo histórico que no haya sido juzgado por una parte o por otra, como un periodo de crisis. Si no existen datos suficientes para dar un juicio sobre el presente, tenemos todavía menos para expresar un parecer sobre el pasado y para hacer una comparación. Los moralistas apuntan el dedo acusador sobre la concepción hedonista de la vida (de la que una expresión evidente y significativa sería el consumismo). Pero aun así no se puede hablar de un progreso o retroceso moral de la humanidad.

2 LAS DOS CARAS DE LA HISTORIA

Toda época presenta dos caras, y la observación de una u otra depende de la posición en la que nos ponemos. De aquí la extraordinaria ambigüedad de la historia del hombre, donde el bien y el mal se contraponen, se mezcla y se confunden. Aunque el autor considerara que el mal siempre ha prevalecido sobre el bien, el dolor sobre el gozo, el sufrimiento sobre el placer, la infelicidad sobre la felicidad, la muerte sobre la vida. En un universo donde el pez grande, para vivir, tiene la necesidad de comerse al pez chico, y éste no parece que tenga otra razón de existir que la de dejarse comer. El mundo humano no parece seguir un curso muy diferente, más que cuando alguna vez los peces pequeños al unirse logran eliminar al pez grande, ¡pero a costa de cuántos sacrificios, sufrimientos y pérdidas! Y a esto el autor afirma que la parte oscura de la historia es muchos más grande que la clara.

Aun hoy, cuando todo el curso de nuestra historia parece amenazado de muerte, hay razones de luz que no sería justo desatender: la abolición de la esclavitud, proceso que parece irreversible; la supresión en muchos países de los suplicios, y en algunos también de la pena de muerte.

3 EL TEMOR DE DIOS

En contraste lo que está destinado a cambiar en una sociedad secularizada es la manera de plantear el problema moral. En una sociedad religiosa no hay enseñanza moral que pueda prescindir de la instrucción religiosa: ética y religión son inseparables. Uno de los argumentos principales para llevar a los hombres a obedecer a las leyes morales es el temor de Dios, no importa si este argumento es adoptado con intenciones puras de las Iglesias y a través de su acción o se, en cambio, es empleado por el Estado para sus fines, o sea, para obtener una fácil obediencia a sus mandatos, aun los injustos.

Durante siglos permaneció firme el principio del temor de Dios como necesario e ineludible fundamento de la moralidad. De aquí se sigue, en efecto, que conducta moral y práctica del ateísmo son consideradas incompatibles. Locke, sostiene que de la tolerancia deben ser excluidos los ateos. Textualmente dice: “De ninguna manera deben ser tolerados los que niegan la existencia de la divinidad”. La razón es clara: “Ciertamente para un ateo ni la palabra dada, ni los pactos, ni los juramentos, que son los vínculos de la sociedad humana, pueden ser estables o sacros: al eliminar a Dios todas estas cosas caen”.

Un mayor laicismos, entendido como un venir a menos de las creencias en la validez de reglas morales férreas obligatorias para el hombre y para el ciudadano, o la convicción de que la moral no necesariamente depende de la religión, y de que también los ateos pueden ser personas morales.

4 CUATRO INTENTOS DE MORAL LAICA

La historia de la ética moderna es una serie de intentos por establecer una ética objetiva, racional y/o empírica, a fin de cuentas laica. Se trata de saber si estos intentos se han logrado y en qué medida, porque una cosa es cierta: el debate entre diversas soluciones se desarrolla, aún hoy, con la misma fiereza e incertidumbre en las conclusiones con las que se combatieron las diversas escuelas éticas desde el inicio de la filosofía occidental hasta el presente.

Se pueden distinguir en la época moderna cuatro grandes doctrinas morales

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