Ensayo Angeles y demonios

Robert Langdon es un simbolista norteamericano que trabaja en la Fairchild Science Building de Harvard como profesor, posee un gran conocimiento acerca de temas teológicos y posee una gran intuición respecto a los temas que conoce. Antes de comenzar a leer el libro, pensé que me resultaría tedioso entender la lectura, ya que sabía que hablaba de temas de religión, ambigramas, cultos antiguos, y lo más importante, gran parte de la historia se desarrollaba en Roma. Pero al contrario de lo que uno puede pensar, la lectura es fresca y rápida, me encanta que el autor te describa la escena del crimen como si tú mismo estuvieras parado frente a ella. Cómo en el caso del primer asesinato, Leonardo Vetra, un científico religioso o ¿podría ser un sacerdote científico?,  muere en manos de un hassassin, y nos describe exactamente cómo fue encontrada la víctima, con una marca en su pecho hecha en carne viva y con un solo ojo color avellana apagado y sin vida.

Otra cosa que me gustó mucho del libro, es como el autor nos transporta dentro de cada uno de los personajes, nos deja saber qué es lo que están pensando en determinado momento del libro, vemos cómo Robert Langdon está intentando descifrar alguna pista, nos metemos en el corazón de Vittoria Vetra, una mujer italiana sumamente atractiva y la hija adoptiva de Leonardo, y todo lo que podemos ver es odio y deseos de venganza por el homicidio de su padre, y a la vez un gran sentimiento de culpa. También veremos lo que piensa el camarlengo, que es el ayudante que tiene el Papa a lo largo de su mandato como tal. El escritor lo describe como un hombre de Dios, devoto desde muy pequeño y cuidado y criado por la Iglesia al perder a su madre a los diez años de vida. Y así sucesivamente vemos lo que piensan los personajes, y se nos hace más complicado poder determinar quién está detrás de los asesinatos, porque ninguno parece tener razones para hacerlo.

Algo que me ha parecido fascinante y vale la pena mencionar, es que tiene ciertos elementos de ciencia ficción, como una bomba hecha con tecnología sumamente avanzada, escondida en el corazón de Roma, el Vaticano, creada a partir de una partícula de antimateria, que es una fuente de energía muy poderosa creada por el hombre, refiriéndose a que una sola gota de antimateria contiene la energía de una bomba nuclear de mayor potencia alcanzada desde 1945, y lo que la hace más peligrosa es que no necesita un detonador, simplemente basta con que esta partícula de antimateria entre en contacto con cualquier cosa, superficie, o inclusive aire. Esta bomba, fue creada por Leonardo Vetra y su hija, como prueba de un experimento en el que habían trabajado por meses, dónde recreaban la explosión del Big Bang formando más partículas que pudieran ser consideradas como planetas, creando así un puente entre la ciencia y la religión, dónde podemos entender que el universo se formó sí por una gran explosión, pero gracias al poder de algo más. Para robar la muestra de antimateria, Leonardo fue asesinado y con su ojo mutilado, fue que pudieron burlar la seguridad dónde la tenían resguardada, ya que era un escáner de retina al que solo Vittoria y su padre tenían acceso.

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