Ensayo De La Felicidad

La felicidad: una utopía o solo incapaces

¿Soy feliz? Una interrogativa que a muchos le ha tocado el hombro o llamado a la puerta. Más, muchas veces no hay o no existe respuesta definitiva, coherente, verdadera o peor aún, la respuesta es un rotundo no. Heráclito, Parménides, Aristóteles, Sócrates, Los Cínicos, Cirenaicos, Platón, Epicúreos y Estoicos y quizás cuantos más filósofos de todo el mundo… Todos ellos tenían algo en común; llegaban a un punto o concepto indispensable en sus pensamientos: La felicidad. Aunque cada uno tenía una visión diferente de las vías a la felicidad, chocaban en el punto de que la felicidad es la meta del hombre. Siendo esta la meta del hombre, ¿vivimos realmente para ser felices? Dando eco al título de este ensayo: ¿La felicidad es una utopía o solo hay incapaces que no logran llegar a ella? Dos interrogantes que dan mucho que pensar. Espero en este ensayo responder estas inquietudes, a si mismo hablar de la felicidad en sí y de qué manera influyó o como se alcanzaba este concepto en las 9 corrientes filosóficas vistas en clases.

Para comenzar es necesario dar dos definiciones de felicidad: La primera según la real academia española: Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien. Y la segunda de la amable wikipedia: es un estado mental que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría. Está claro que esta vez sí ganó wikipedia. “Posesión de un bien” en qué era estamos o más bien quiénes son los que escriben las definiciones en un tan famoso diccionario. Creo que no puede haber definición más errónea para definir felicidad que la que usaron en la RAE. No creo que los filósofos pasaran años y años buscando una definición de felicidad en vano. La felicidad es sentirse pleno, realizado con uno mismo, llegar a lo que tanto anhelaste, que no solo se trata de poseer un bien. Se trata de sentirse feliz, conforme, llegar a la cúspide. Quizás las personas muchas veces confundan alegría temporal con felicidad, con esto me refiero a las cosas materiales que van y que vienen. Que “llenan” vacios temporales. “La felicidad no consiste en adquirir y gozar, sino en no desear nada, pues consiste en ser libre”. Epicteto de Frigia (55-135) Filósofo grecolatino. Hasta en el no tener nada está la felicidad, pues uno no posee la libertad sino más bien la sientes, la llevas.

Aunque esa sea mi perspectiva de la felicidad para muchas personas puede ser diferente. El claro hecho está en que todos tenemos distintos pensamientos, lo que para unos puede generar felicidad para otros puede generar tristeza y vise versa.

En la antigua Grecia siempre se hizo presente el tema de la felicidad. Comenzaré con lo que significaba la felicidad para Heráclito: La felicidad parte del dinamismo y cuando esto ocurre se llega a la felicidad a través de la virtud. La felicidad sólo es posible si se comparte. También está la visión Parménides: La verdadera felicidad se halla en la contemplación del Uno. Es la contemplación de la realidad. Creo que como en muchos temas aquí también chocan sus pensamientos, por una parte tenemos una felicidad que se consigue compartiéndola con el resto y la otra visión más egoísta por así decirlo. Personalmente siempre he estado de acuerdo con Heráclito, pero creo que a veces tu felicidad es más importante y mucho más difícil de encontrarla, si es difícil de encontrarla, mucho más difícil será compartirla.

Otras dos visiones de los grandes de la filosofía occidental: Platón y Aristóteles.

Para Platón la felicidad sólo es posible en el mundo inteligible. La felicidad, es esa sensación de plenitud, de paz y serenidad que nos llena de alegría interior, y nos permite disfrutar de la vida. Pero esto parece ser una fantasía inalcanzable para la mayoría de la gente. Para Platón, la felicidad es posible cuando el hombre puede contemplar las esencias de las cosas, las cuales son las ideas de Dios. Para que el hombre pueda alcanzar la felicidad es necesario que se identifique con Dios practicando la virtud. Nunca un ser humano podrá ser como Dios pero la tarea del hombre para ser feliz es parecerse a Dios lo más que pueda por medio de la sabiduría. Para Aristóteles la felicidad es la aspiración de todo ser humano. Aquí se une el bien con la felicidad, puesto que el bien supremo es la felicidad, pues la elegimos por ella misma, mientras que las demás metas o fines los deseamos a

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