Ensayo Tian Ming Y Tian Tao

Tian Ming y Tian Tao

“A los 15 años me dedique a aprender, a los 30 me establecí, a lo 40 no tenia dudas, a los 50 conocí l voluntad del cielo, a los 60 mi oído estaba sintonizado, y a los 70 sigo todos los deseos de mi corazón sin quebrantar ninguna ley “-. Confucio

Confucio, el gran pensador chino destacado por su enseñanza sobre pautas para el buen vivir y la correcta administración gubernamental, introdujo los conceptos del tian ming y el tian tao. En este diario vivir la aceptación del ming implica llegar a la felicidad o al tian (cielo). En general la sociedad de hoy en día, en su concepción de seres humanos se cuestiona cuál es el camino a la felicidad, qué nos causa alegría; sin embargo, en la sociedad occidental el concepto de felicidad es sinónimo de éxito económico, profesional y físico. En este mismo sentido, los escritos de Confucio nos presentan una filosofía completamente distinta en la que se diferencia a la felicidad momentánea de la absoluta y trata el concepto de felicidad como algo personal e interno.

La filosofía confuciana conceptualiza el ming como “la totalidad de condiciones y fuerzas existentes en el universo”, las cuales no pueden ser alteradas por los seres humanos, es decir, se habla de un mandato o destino y se reconoce la inevitabilidad del mundo. Entonces de acuerdo a Confucio, al reconocer esto, los seres humanos seremos capaces de llegar a una paz interior, ya que, el éxito de nuestras acciones se vuelve independiente del resultado que obtengamos a diferencia del pensamiento moderno occidental que mide la felicidad en base a resultados terrenales. Confucio sostiene: “los ilustrados están libres de dudas, los virtuosos de inquietud, los valientes de miedo”.

En la filosofía china la felicidad no está basada en un interés propio, sino que fundamenta su teoría en el hecho de realizar las cosas porque son justas, porque es nuestra obligación y por el amor filial que es la esencia de los deberes y la moral; tomando en cuenta siempre el principio de aplicación: “no hacer a otros lo que no deseas para ti mismo”. Al actuar justamente y comprender el ming de acuerdo a Confucio, el fracaso no existe, ya que el actuar como seres humanos enmarcados en estos valores, alcanzaríamos la benevolencia, la felicidad y el espíritu del ser humano tomaría un estado permanente, un equilibrio, mientras que comparándose con la sociedad occidental la felicidad es temporal y depende únicamente de la situación en la que nos encontremos de momento y de nuestros deseos personales, y no en proporcionar el bien común.

En este contexto, al igual que su contemporáneo Sócrates, Confucio nos presenta la idea del Tao o verdad que es la vía a la que los seres humanos debemos consagrarnos más allá de las formas y lineamientos para conseguir la benevolencia.

Finalmente el Tian es el

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