Ensayo el nacimiento de los sentidos

EL NACIMIENTO DEL SENTIDO

BORIS CYRULNIK

El autor plasma el análisis de la etología (distanciándose del antroformismo y el atropocentrismo), la cual estudia la conducta del ser vivo través del análisis de sus instintos y comportamientos diferenciados por ser automatismo o reflejos de la actividad innata de acuerdo a la especie. Mediante la inspección y recopilación de estudios de comportamiento del ser vivo, los etólogos demuestran que el animal no es solo una “maquina” que genera una respuesta a raíz de un estímulo.

A pesar que es imposible ver el mundo como lo ven los caninos, así sea en la imaginación, se puede idealizar, sin embargo, se aprecia que no es reductible a un o a nuestro universo físico. Los animales le confieren sentido a las cosas que conforman su mundo, como lo ejemplariza con Luis XIII y el armario, de acuerdo al objetivo del animal, así vera el elemento, en este caso el armario. Si al interior del armario coloca un trozo de carne, el armario ya no será algo que ocupa un espacio, sino un obstáculo para alcanzar la carne y podrá latirle.  

Konrad Lorez, afirma,  a través del método de Nicolas Timbergen, que durante las primeras horas o meses de vida, el desarrollo de los animales se ve afiliado al apego a cualquier objeto que este se ponga en su campo visual, concluyendo que hay un periodo de sensibilidad.

De acuerdo con Cyrulnik, el mundo animal no carece de sentido que responda a un estímulo, no necesariamente similar al humano. La etología se enfoca en hallar el punto en común del comportamiento animal al humano y así identificar la peculiaridad del hombre. Para ello, cuestiona la comunicación animal, poniendo en evidencia que el lenguaje se desarrolla de acuerdo a la base de la maduración biológica determinada.

En conjunto, la etología clínica con la psiquiatría, se demuestra que los infantes aislados resultan afectados por la carencia afectiva en la etapa inicial de vida. Forjándose desde su nacimiento a partir de estímulos sensoriales. El autor describe ejemplos de comportamiento en los cuales se ve reflejada la reacción del ser humano y el animal ante situaciones que no desarrollan ontogénesis del objeto, la cual es indiferente a la educación.

Mediante la observación del comportamiento del ser humano al apego a ciertos objetos, le otorga la importancia a la palabra, ya que le confiere un espacio sensorial con valor semántico, traducido a “territorio” humano, el cual no se connota en el mundo animal. En este ultimo aparece, el “territorio” se le da el valor semántico a partir de los objetos, los cuales, en lo esencial, la presencia se encuentra ausentes.

Los canales sensoriales y sus tabús (iguales que los sexuales), son ampliamente explorados por el hombre ya que le permiten escalar a una “vida psíquica inmaterial” muy real, sin embargo, son categorizados como vergonzosos. A leer la descripción y la singularidad de cada vivencia a través del olfato, se crea conciencia de lo que conlleva un sentido, como la relación del olfato y la memoria.

La sonrisa como secreción bio-eléctrica, es acogida por sus padres como una demostración de afecto, que, aunque no sea así, crea un lazo de estímulos sensoriales que potencializa la hormona del crecimiento. Contrario al caso si el bebe no recibe afecto, no tendrá el mismo desarrollo y se considera como retrasado. Los lazos y las demostraciones afectivas en la etapa de la iniciación de vida le permiten al infante desarrollar sus emociones de acuerdo al estándar de la sociedad, es decir, sus demostraciones deben ser acordes a su sexo, edad, entorno, de no ser así el ser humano se abstiene de demostrar las mismas, causando episodios de depresión.

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