Espero Que Tu También Puedas Hacerlo...

La vida. ¿Qué es la vida? Una palabra sencilla que escuchamos a menudo en nuestro andar cotidiano que algunos ya ni recuerdan lo que es la vida. ¿Tú qué entiendes por vida? Sí, esa palabra que escuchas en la tele, en tu canción favorita, en el autobús. Esa palabra que cientos de personas defienden en las calles de todo el mundo… Pero, ¿Verdaderamente saben lo que es la vida? ¿Tú lo sabes? Para algunas personas puede ser algo maravilloso y genuino, para otros, simplemente no lo es. ¿Acaso la vida puede ser multifacética? Decía Arturo Graf, un escritor y poeta italiano: “La vida es un negocio en el que no se obtiene una ganancia que no vaya acompañada de una pérdida.” Entonces, ¿La vida puede ser blanca y negra? ¿Gris? ¿O puede tomar todos y cada uno de los colores del arcoíris? ¡Hay demasiadas percepciones diferentes de la vida!

Imagina que hubiera una, tan sólo una percepción de la vida por cada uno de los habitantes de la tierra. Si fuera así, tendríamos 7.400.698.000 percepciones diferentes de la vida aproximadamente; sin tomar en cuenta aquellas personas cuerdas que tienen más de 3 diferentes percepciones sobre ésta. ¿Puede que la vida tenga esa cantidad de caras? ¡SI! Las personas somos diferentes. Las personas piensan diferente. Y sí; las personas tienen una percepción diferente una de otra de la vida. No todos tenemos los mismos ojos. ¿O sí? Es claro que no. Entonces, ¿Por qué tendríamos que ver la vida de igual manera? No todos tenemos los mismos problemas. No todos pasamos por las mismas situaciones. Y no todos las afrontamos igual. Es verdaderamente tan sencillo y tan complicado vivir la vida de forma correcta. La vida no viene con instructivos. La vida solo viene y ya. Infaustamente la mayoría de las personas no vive; sólo están ahí, absortas. Cito a uno de mis favoritos, un escritor británico, Oscar Wilde: “Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.” ¿Comprendes esto? Es trágico. Las personas viven esclavos del tiempo, del dinero, de un sinfín de cosas que no le permiten vivir. Sólo existen. Sólo llenan ese lugar en la familia, en la escuela o trabajo, en la sociedad. Día a día los humanos nos enfrentamos a bastantes tomas de decisiones, que por consecuente y en la mayoría de los casos, generan problemas y situaciones adversa. Y muchas personas se preguntan ¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¿Por qué no a otro? La respuesta es bastante sencilla… Sin importar cuál sea la consecuencia de esas situaciones, siempre, SIEMPRE, se aprende más al levantarse tras una caída que de cualquier logro o acierto. El cometer errores es completamente humano. Y tendemos a aprender más de ellos que de cualquier otra cosa. “La cosa más valiosa que puedes hacer es cometer un error. No puedes aprender nada de ser perfecto” (Osborne, Adam 1939-2003) ¿Qué te dice esto? Pues claro. Que ni tú, ni tú mamá, ni tu novio son perfectos. Nadie

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