¿Está En Riesgo Nuestra Libertad Si No Votamos?

¿Está en riesgo nuestra libertad si no votamos?

Antes de indagar en la pregunta debemos comprender lo que se entiende por libertad; esto nos envuelve en un gran dilema ya que no podemos definir libertad como definiríamos un proceso científico, las características de un animal o un artículo electrónico, ya que las nociones que derivan de ésta son ambiguas y producen cierta perplejidad.

Podríamos definir “Elefante” como: mamífero, cuadrúpedo, etc. Aquí, los términos que se usan para determinar algo no están sujetos a muchas aclaraciones o debate ya que existe un consenso general sobre los mismos. Empero, al definir libertad podríamos decir que cada término usado para conceptualizarla produce una gran problemática y un largo debate, ya que el concepto está atado a la cambiante realidad social como también a un conjunto de perspectivas distintas.

Pero se llegará a la conclusión que la mayoría de las visiones de libertad si se ven afectadas cuando el sujeto no ejerce su derecho de sufragio, por lo menos en el largo plazo, tanto de forma directa como indirecta. Por eso, votar es un elemento necesario para resguardar nuestra libertad.

En los tiempos antiguos, una persona que no votaba era vista como un ser no libre, ya que el votar y estar inmerso en el mundo político, significaba un estatus de libertad. En esta cosmovisión, se desprende que de forma directa la libertad otorga derecho a participación y el no ejercicio de este derecho de expresar la opinión a través del voto conllevaría de forma inmediata de un ser humano que no es libre.

Por otro lado, debemos mencionar que la visión de libertad ha ido cambiando de acuerdo al contexto político y social de la época. De este modo, el concepto de libertad ha ido evolucionando hacia una nueva visión: la ausencia de coacción.

El primer filósofo que debatió sobre lo anterior fue Thomas Hobbes; fundador de un nuevo concepto de libertad. Para el autor, el uno es libre siempre y cuando no exista un impedimento físico externo.

Entonces, ¿Cómo se vería afectada nuestra libertad si no votamos?

En el corto plazo, no sería un ataque a nuestra libertad de forma directa, pero en el largo plazo si puede presentarse una situación bastante perjudicial para nosotros, ya que al no votar, dejamos un espacio abierto para que una persona enemiga de la libertad salga electa.

Algunos siglos después, uno de los teóricos más influyentes del liberalismo, Frederick Hayek, se refirió a la coacción con una visión similar. Hayek era un fuerte opositor a todo lo relacionado con el estado pues creía que la única coacción deseable era aquella instalada para proteger la propia integridad individual (yo soy libre hasta que pongo en juego la libertad del otro, ahí merezco que me coarten la libertad).

En términos generales, podríamos decir que él no tenía una clara amistad con la idea de votar, al igual que Ayn Rand, creían que muchas veces votar era la imposición de una mayoría sobre una minoría. Pudiendo esto suceder en un país con una constitución pobre, pero si la carta magna protege los derechos individuales, entonces votar se podría

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