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Expresiones Sin Explicación Racional.

GaloLopez26 de Abril de 2014

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Los magnos problemas familiares no siempre se suscitan por deficiencias en el ámbito económico. En muchas ocasiones, éstos pueden ser analizados mucho más allá de lo tangible, llegando a lo que respecta estrictamente a la psicología. En las relaciones intrafamiliares el ideal comprende los sentimientos de cariño y aprecio entre los miembros; sin embargo, este objetivo puede trascender hasta tocar los pensamientos y deseos sexuales dentro de la misma célula social. La historia de Edipo, y el complejo que se deriva de esta, es un claro referente para entender mejor los enigmas del placer erótico. Dentro del realismo mágico, Julio Cortázar presenta un cuento donde se juega mucho con los deseos genitales en un vínculo familiar: “Usted se tendió a tu lado”, en el cuál se ve muy ligado el concepto del conflicto edípico.

El cambio trascendental del género masculino no sólo afecta a la persona misma; el sufrimiento llega hasta sus progenitores y, si los hay, hasta sus hermanos. Pero, ¿por qué sucede aquella pugna interior que trae consecuencias al exterior?, las razones son indescifrables. Si el hombre es un ser cambiante, la mujer es aún más dinámica y saca a flote sus deseos cuando su género opuesto la motiva. No existe excepción para los “malos” pensamientos, ningún ser humano está absuelto de poseer necesidades y deseos, es un valor que se le es entregado desde el momento de su concepción, pero aquellos pueden ser perjudiciales en el futuro inmediato, como lo demuestra Sófocles en su obra “Edipo Rey”, que a pesar de su forma tiene una amplia y similar relación con el fondo de “Usted se tendió a tu lado”.

En el mito de la Grecia clásica se generan diferentes factores que concluyen el proceso trágico y estos van más allá de lo terrenal, llegan a lo místico puesto que del oráculo depende la escritura de la historia. El final ya está destinado, Edipo mata a su progenitor y ama enloquecidamente a su madre obedeciendo a sus ansias hormonales, una situación que la madre no lo esperaba en absoluto: en este punto se puede obtener una pequeña diferencia con el cuento del escritor argentino, puesto que en su historia la madre de Roberto ha estado presente en cada uno de los cambios naturales de su hijo y ha crecido una sensación al verlo transformarse en todo sentido. Es esta desavenencia fundamental para comprender que el trastorno edípico puede ser bilateral, es decir reciproco, puede acaecer del retoño hacia su mamá y viceversa. No siempre el que contempla más apetito sexual es el varón, el género femenino también está obligado a complacer sus más profundas pasiones.

La ambientación perfectamente realizada en “Usted se sentó a tu lado” inscribe al lector en la trama, en los juegos prohibidos del amor realizados en lugares que se prestan para dar la impresión de locura y pasión: el mar, las olas, el sol y en definitiva, las intenciones que poco a poco fueron sustentando la ejecución. Cortázar utiliza un narrador que se dirige, en un diálogo muy atrayente, a “una” persona con dualidad muy incierta pero que no dificulta en ningún instante para seguir la línea del relato y no confundirse en un instante, esto debido a que se capta muy rápidamente los dos aspectos de la persona dentro del coloquio y sus respectivas operaciones. El autor toma la etapa de la adolescencia, el cambio trascendental en la vida para argumentar estas alteraciones en los intentos sexuales y es muy probable que en su vida haya experimentado, ya sea de manera intrínseca o como visor, situaciones como las que se hallan en el cuento.

Navegar en ese doble juego del “usted” y “vos” o “tú”, hace del relato de Julio Cortázar que la magia de las conmociones aflore. Mientras que el primer término representa la seriedad de la mujer adulta, el segundo aparenta la imagen del inocente adolescente crédulo: “No son ellos, ni tú y tú, sino usted,

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