FILOSOFO PLOTINIO

PLOTINIO

ANGIE CATALINA MEJIA ALVAREZ

DR. HERNAN FELIPE PRIETO

UNIVERSIDAD LIBRE

FACULTAD DE DERECHO

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA Y LA ÉTICA

1B

 BOGOTÁ

2019

Plotino, perteneciente la escuela Neoplatónica e incursionado en la filosofía por el filósofo platónico Ammonio Saccas, desarrollo su pensamiento con base en temas de la filosofía platónica, es decir, la trascendencia y naturaleza del principio y la diferenciación entre realidad sensible y realidad inteligible. Para el primer tema  adopto la doctrina de las tres hipóstasis, también llamadas tres sustancias o realidades eternas, las cuales proceden unas de las otras.

Estas tres sustancias, hipóstasis o realidades eternas son: el Uno, la Inteligencia y el Alma. La principal para este filósofo neoplatónico, incluso considerada como el Dios de él, es el Uno, el cual consideraba como “la fuente inefable de todo Ser, de todo pensamiento”^[1], resaltaba que no era el conocimiento ya que este supone la duplicidad entre quien conoce y el objeto conocido, el Uno es más bien de donde toda la existencia emana. Además se considera al Uno como la identidad que se despliega de la alteridad, y que si condición  de causal de todo es lo que le da la categoría de Todo. Sin embargo ni la existencia, ni la vida puede afirmarse en el Uno pues él es superior a todo y fuente de todo.

Plotino afirma que el que el Uno sea causa de todo implica que deba ser pensado con total simplicidad, diferente de todo lo que es causado por ese Uno, pues eso se considera como una singularidad idéntica a sí misma y distinta de las demás, así mismo es preciso deducir que el Uno es Todo en cuanto al principio pero, al mismo tiempo  es Nada en todo lo que es determinado como ente, cosa o forma delimitada.

Dicho Uno es total trascendencia que va más allá del ser que solo puede delimitarse en cuanto a lo negativo y es por esto que el Uno es alfo inefable.

En el Uno no existe diferencia alguna entre lo que quiere ser y su realidad, pues él es siempre lo que él mismo quiere ser y es imposible que quiera algo que este fuera de sí mismo.

No obstante ese Uno, aunque no desea absolutamente nada, pues desear seria carecer de algo y ese no era el caso del Uno, ya que es sinónimo de riqueza, generosidad y/o perfección, la cual se propaga por sí misma, razón por la cual crea otros seres que aunque son semejantes a él son inferiores, su sucesor es el logos, es decir, la Inteligencia, la cual para Plotino es la capital pues el principio de toda justicia, virtud y belleza, para Plotino la Inteligencia es lo que  le da una forma coherente y armoniosa a la realidad.

La inteligencia es la forma más intensa de unidad después del Uno, la cual a través de su unidad refleja la unidad pura y absoluta, de esta manera es preciso aclarar que esa inteligencia no es sólo el pensamiento del Uno, sino que al contemplar ese Uno contempla todo lo que nace de él.  Se debe resaltar que la inteligencia además de contemplar todo lo que hace el Uno, es la forma de todo lo que ya la tiene y la primera determinación que procede del Uno indeterminado.

Para Plotino, no es posible el pensamiento sin alteridad, pero al mismo tiempo el pensamiento mismo conduce a esa alteridad tan necesaria, además de las diferencias a la unidad y a la identidad; esto fusiona dos importantes aspectos, el primero que cada objeto del pensamiento es determinado y el segundo que todos se dan aunque englobados en la contemporaneidad, por lo cual es preciso hacer referencia en cuanto que cuando la Inteligencia piensa cada objeto determinado, lo hace distinguiéndose de sí mismo pero como cada uno de esos objetos son diferentes de todo el resto, es decir, el Ser en su totalidad la inteligencia está pensado realmente a sí misma.

Ya aquí es donde aparece el Espíritu que para Plotino es unidad  reflexiva determinada por la unidad absoluta del Uno, es decir, es unidad multiplicidad. Además, el Espíritu es una contemplación viviente, en donde no hay alguna distinción entre el contemplador y el contemplado, ya que el contemplado es el mismo contemplador.

Por otro lado para Plotino el Espíritu es una unidad o identidad en la diferencia pero, a la vez es unidad-multiplicidad. No obstante, en cuanto al pensamiento de sí mismo, es actualidad y contemporaneidad de todo lo que en él es pensado. Además, señala que ese Espíritu tiene vida eterna, la cual no implica movimiento, sino que más bien es una conciencia atemporal de todo lo pensable.

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