Fronteras De La Esperanza Y Perspectiva Humana

Fronteras de la existencia y perspectivas de esperanza

El hombre se manifiesta esencialmente como persona que existe junto con los demás en el mundo para realizarse, personal y comunitariamente, mediante la búsqueda de la verdad y de los valores en la construcción histórica de un mundo más humano. También se dice que la existencia humana es vivida como una llamada y que está constitutivamente sellada por la apertura hacia el futuro y la esperanza.

Cualquier intento de respuesta a la llamada histórica en la construcción de una comunidad humana perfecta se verá expuesto a innumerables fracasos y sobre todo a la prueba de la muerte. Pero, nunca puede contestarse adecuadamente a la siguiente pregunta: ¿Qué es el hombre?, si no se afronta también el problema de los límites de la existencia personal e histórica y el de la posibilidad final de llevar a término la empresa humana.

No hay ninguna experiencia o perspectiva que obligue al hombre a suscitar el problema de su origen metafísico y de su destino trascendente tanto como la muerte inevitable. ¿Qué libertad y qué liberación puede existir si la muerte acaba haciendo desaparecer a cada una de las personas? ¿Cómo encontrar un fundamento de esperanza que permita esperar para sí y para los demás, a pesar del límite de la muerte? ¿Es posible descubrir en la realidad humana concreta una dimensión que nos conduzca al camino de una esperanza definitiva, a una comunidad definitiva?

Esta problemática tan amplia tiene que detenerse sobre todo en torno a tres temas: 1) presencia y significado del mal; 2) la muerte que es inevitable 3) posibilidad de salvar la existencia personal.

El fracaso y el mal como problema humano

La experiencia de la frustración, del sufrimiento, del fracaso y del mal choca con otro hecho más evidente: el hecho de que el hombre tiene que realizarse a sí mismo junto con los demás en el mundo.

La existencia es un sendero en donde las victorias parciales están diseminadas en medio de un número incalculable de intentos frustrados o fracasados. No puede decirse que los límites seculares del hombre hayan desaparecido o hayan quedado borrados, aun cuando la situación sea mucho mejor para algunas personas. El hambre, el sufrimiento, la incomprensión, la guerra, los derechos pisoteados, las injusticias contra los inocentes, la carrera desbocada tras ideales inalcanzables, la fatiga ingrata, las enfermedades… Van trazando profundos surcos en nuestra época lo mismo que en las anteriores. La existencia humana está formada indiscutiblemente por el fracaso y el mal.

1. El mal como problema humano

Son numerosas las etiquetas para indicar la profundidad y la extensión del mal. No hay nadie que niegue el problema mismo. Todas las ideologías, las antropologías y las religiones, en medidas que son diversas, se enfrentan con el problema del fracaso y del mal. Los creyentes hablan de “fracaso”, de “mal”, de “pecado”, de “diablo”, etc. Tendrás que encontrarse un discurso serio necesariamente de una manera explícita con el fracaso y el mal como dimensión.

a) Los términos del problema

Se habla de mal, siempre que se realiza la experiencia de situaciones que parecen estar en contraste con las justas exigencias del hombre o que frustran los ideales que él intenta realizar en la historia. El modo específico con que el hombre vive la frustración y el fracaso de sus propias empresas, o bien el mal de las situaciones en que se encuentra metido

...