GRANDES CORRIENTES DEL PENSAMIENTO
2501196827 de Marzo de 2013
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GRANDES CORRIENTES DEL PENSAMIENTO
EL PENSAMIENTO ENFERMERO
Una disciplina es un área de investigación y de práctica marcada por una perspectiva única o por una manera distinta de examinar los fenómenos.
Desde hace muchos años, las enfermeras han intentado precisar su propia área de investigación y de práctica.
Han hecho el esfuerzo de buscar las palabras que describan justamente sus actividades de cuidados al lado de las personas provenientes de diversos lugares.
Estas enfermeras, a menudo llamadas enfermeras teorizadoras y metateóricas, han querido delimitar el campo de la Disciplina Enfermera.
Mientras que disciplinas como la física, la fisiología, la sociología y la historia son llamadas teóricas, otras, como el derecho, la medicina y la Ciencia Enfermera, son disciplinas profesionales, es decir, que están ante todo orientadas hacia una práctica profesional (Donaldson y Crowley, 1978).
Según su perspectiva única y sus propios procesos de reflexión, conceptualización e investigación, las disciplinas profesionales tienen por objeto desarrollar los conocimientos que servirán para definir y guiar la práctica.
Con el fin de precisar las características de la Disciplina Enfermera, Fawcett (1984) ha examinado los escritos de varias enfermeras teorizadoras y ha reconocido, como Flaskerud y Halloran (1980), que los conceptos “Cuidado, Persona, Salud y Entorno” están presentes en estos escritos, a menudo de manera explícita y a veces de manera implícita.
Desde 1859, estos cuatro conceptos están presentes en los escritos de Nightingale (1969).
Es precisamente gracias a la manera particular con la que las enfermeras abordan la relación entre el cuidado, la persona, la Salud y el entorno que se clarifica el campo de la Disciplina Enfermera.
Además, es difícil, casi imposible, hablar de la Disciplina Enfermera sin tener en cuenta los contextos que han marcado su evolución.
En esta óptica, parece oportuno situar las grandes corrientes del pensamiento que han favorecido el resurgir de los actuales conceptos de la Disciplina Enfermera.
Las grandes corrientes del pensamiento, o maneras de ver o comprender el mundo, han sido llamados paradigmas, principalmente por el filósofo Kuhn (1970) y el físico Capra (1982). Estos pensadores han precisado los paradigmas dominantes del mundo occidental, paradigmas que han influenciado todas las disciplinas.
En el área de la Ciencia Enfermera, los autores han propuesto una terminología específica de estos paradigmas teniendo en cuenta su influencia sobre las concepciones de la disciplina. Las denominaciones utilizadas aquí están inspiradas en los trabajos de Newman, Sime y Corcoran-Perry (1991) y de Newman (1992).
Se trata de los “Paradigmas de la Categorización, de la Integración y de la Transformación”.
1. Paradigma de la Categorización
2. Paradigma de la Integración
3. Paradigma de la Transformación
Los describimos brevemente en las páginas siguientes.
Presentamos igualmente cuatro orientaciones generales de la Disciplina Enfermera en el seno de estas corrientes de pensamiento.
Se trata de orientaciones hacia la Salud Pública, la Enfermedad, la Persona y la Apertura sobre el Mundo.
1. Orientación hacia la Salud Pública.
2. Orientación hacia la Enfermedad.
3. Orientación hacia la Persona.
4. Orientación hacia la Apertura sobre el Mundo.
Analizamos estas orientaciones en relación con los conceptos que tienen actualmente un cierto consenso en el seno de la Disciplina Enfermera, es decir, los conceptos “Cuidado, Persona, Salud y Entorno”.
Finalmente estudiamos las características de la práctica, de la formación, de la investigación y de la gestión en la Ciencia Enfermera.
PARADIGMA DE LA CATEGORIZACIÓN
Según el paradigma de la categorización, los fenómenos son divisibles en categorías, clases o grupos definidos, considerados como elementos aislables o manifestaciones simplificables.
Un cambio en un fenómeno es consecuencia de condiciones anteriores. Así, los elementos y las manifestaciones conservan entre sí las relaciones lineales y causales. Bajo el ángulo de este paradigma, el desarrollo de los conocimientos se orienta hacia el descubrimiento de leyes universales.
Aplicado en el campo de la Salud, este paradigma orienta el pensamiento hacia la búsqueda de un factor causal responsable de la enfermedad. Por ejemplo, el aislamiento diferenciado de las bacterias ha permitido clasificar y asociar estas bacterias a los signos y síntomas precisos de enfermedades en el ser humano. Estas manifestaciones poseen características bien definidas y medibles. Pueden ser ordenadas, tienen entre sí secuencias definidas de aparición y de enlaces previsibles.
El paradigma de la categorización ha inspirado particularmente dos orientaciones en la profesión enfermera, una orientación centrada en la Salud Pública que se interesa tanto en la persona como en la enfermedad y, más tarde, una orientación centrada en la enfermedad y estrechamente unida a la práctica médica.
(Paradigma de la Categorización) - Orientación hacia la Salud Pública
Los escritos referidos a la orientación hacia la Salud Pública se sitúan en el alba de la sociedad moderna occidental, desde el siglo XIII al XIX.
La necesidad de mejorar la salubridad y de controlar las enfermedades infecciosas en los medios clínicos y comunitarios caracteriza esta orientación.
Recordemos que, a mitad del Siglo XIX, la mayoría de la población no sabe nada acerca de infecciones bacteriológicas y sobre los modos de propagación de la enfermedad, e ignora las precauciones más elementales.
Son las motivaciones espirituales y humanitarias las que influencian profundamente los Cuidados Enfermeros de la época.
En efecto, el cuidado que se dedica a la envoltura corporal tiene por fin mantener el cuidado del alma (Colliére, 1986).
Ahora bien, Florence Nightingale, gracias a su educación, su experiencia en Cuidados Enfermeros y su personalidad, se revela como la única persona calificada y dispuesta a enfrentarse con el desafío de organizar los Cuidados Enfermeros en los hospitales militares ingleses durante la guerra de Crimea (Dolan, Fitzpatrick y Herrmann, 1983).
Acompañada de cuarenta enfermeras laicas y religiosas, Florence Nightingale intenta dar a los hospitales las condiciones de higiene más elementales.
Instruida en matemáticas, recopila las estadísticas relacionadas con las mejoras sanitarias y las tasas de mortalidad. En menos de 6 meses, las enfermeras se ganan el respeto de los cirujanos militares, opuestos en principio a la presencia de mujeres en el seno de la armada inglesa.
Según Nightingale, los Cuidados Enfermeros están basados no solamente en la compasión, sino también en la observación y la experiencia, los datos estadísticos, el conocimiento en higiene publica y en nutrición y sobre las competencias administrativas (Nightingale, 1859-1969).
La preocupación de la enfermera que está al lado de personas enfermas o sanas consiste en proporcionar al paciente el mejor entorno posible para que las fuerzas de la naturaleza permitan la curación o el mantenimiento de la Salud.
La actividad de la enfermera está dirigida hacia la persona y su entorno con la intención de mantener y recuperar la Salud, la prevención de las infecciones y heridas, la enseñanza de los modos de vida sana y el control de las condiciones sanitarias.
Los Cuidados Enfermeros van dirigidos a todos, enfermos y gente sana, independientemente de las diferencias biológicas, clase económica, creencias y enfermedades. Nightingale considera a la persona según sus componentes físico, intelectual, emocional y espiritual, así como por su capacidad y su responsabilidad para cambiar la situación existente.
Este potencial de la persona es asimismo reconocido en la actividad enfermera orientada hacia el cambio del entorno, puesto que tiene por objeto la mejora de las condiciones de vida personal y comunitaria.
Si el aire fresco, la luz, el calor, la limpieza, el agua pura, la tranquilidad y una dieta adecuada permiten a la persona que sufre movilizar sus energías hacia la curación, y a la que goza de Salud, conservarla, luego, estos factores del entorno son válidos tanto para la recuperación de la Salud como para la prevención de la enfermedad. Nightingale (1859-1969) las ha llamado leyes de la Salud o del Cuidado Enfermero.
La Salud no es solamente lo opuesto a la enfermedad: este concepto significa igualmente la voluntad de utilizar bien cada capacidad que tenemos (Nightingale, 1885; traducción libre). Toda información relativa a la mejora de las condiciones sanitarias favorece la Salud.
El cuidado es a la vez un arte y una ciencia, por lo que requiere una formación formal.
Estas ideas guían a Nightingale hacia la elaboración de un plan para la formación de enfermeras competentes.
Después de la guerra de Crimea, la Fundación Nightingale, gracias a los donativos de un público agradecido, permite establecer una escuela de enfermeras, independiente de los hospitales.
Las profesoras forman a los estudiantes para trabajar en el medio hospitalario, pero igualmente al lado de la familia en la comunidad (Dolan y Cols, 1983).
Florence Nightingale está dispuesta a dar a las enfermeras una formación basada
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