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Habitos del estudio riguroso resumen.


Enviado por   •  17 de Noviembre de 2016  •  Ensayos  •  1.411 Palabras (6 Páginas)  •  319 Visitas

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Sobre el actitud del hombre en ciencia

A la adquisición de los hábitos del pensamiento riguroso. Nos atrevemos a afirmar que la correcta solución de este problema se convierte en una condición de trabajo intelectual, cuando este tipo de actividad u oficio cotidiano de un hombre y adquiere todas las características de un trabajo profesional. Este es un aspecto fundamental de la vida universitaria, tanto para los enseñantes como para los enseñados, en la medida en que ambos, como decía Alfonso x “busquen conjuntamente la verdad a través de los saberes estrictos.

El tema de los hábitos del pensamiento gira alrededor del simple pero a la vez complejo problema del actitud del hombre de ciencia; a quien se vincula en forma estable con la vida universitaria y académica, a la cual esta a su vez ligada o al menos debería estarlo, la vida de los que cultivan los profesiones liberales y en especial aquellos profesionales que se vinculan a “los saberes libres”.

  1. Crisis de pensamiento y capacidad propia de juicio

En primer lugar, de la verificación que puede hacerse acerca de la justeza del diagnóstico de cicca cuando describe y desmota el fenómeno del “oscurecimiento de la inteligencia” en la época actual, juicios ambos que no se hacen sino precisar analíticamente y desde la perspectiva de la filosofía, la que ya algunos decenios antes. La importancia que atribuimos a la creación de hábitos del pensamiento, son los profesionales universitarios, se vincula directamente con este aspecto especifico de la crisis de la sociedad contemporánea que señala Mannheim.

Sus proposiciones básica, la siguiente afirmación: la sociedad moderna, estructurada y organizada de una forma crecientemente racional-función, en lugar de conducir a los hombre a comportamiento cada vez más sustancialmente racionales, paradójicamente los lleva a conductas cada vez más irracionales.

El problema radica en que la creciente organización racional-funcional de la sociedad moderna “favorece por la fuerza solo la racionalidad funcional”, y no exige en igual medida la racionalidad sustancial, en decir la facultad de actuar en situaciones dada con capacidad de juicio en base a una inteligencia propia de las conexiones. Esta organización generaliza racional-funcional domínate produce un efecto del juicio propio; parecería que la esencia de la nacionalidad funcional es eximir al individuo medio del pensamiento, de la inteligencia, de la responsabilidad y traspasar esas facultades a los individuos que dirigen la racionalización de la sociedad.

La actividad humana que se hace funcionalmente racionales y con ello, calculables de antemano, esto lleva consigo que exigencia de un “autorracionalizacion” en el individuo. Lo que pretendemos rescatar de esta brevísima síntesis del pensamiento, es la categoría “capacidad de juicio propia”, gran ausente en nuestra sociedad. Con lo dicho no hemos pretendido sino mostrar el valor de un aspecto de un análisis. Diagnóstico de nuestro tiempo reconoce que en esta sociedad, que ha roto con todas las vallas, “se hace gradualmente imposible toda elección racional en el caos de valoraciones irreconciliables y en competencia”, nadie puede esperar de un ser humano que viva en la incertidumbre completa y dentro de posibilidades limitas de elección.

En la primera parte de su libro sobre la sociología de la educación señala que “está claro que se ha operado un tremendo avance durante los últimos cincuenta años en la compresión del desarrollo físico y mental de las personas, pero ha sido mucho menos notorio el  aumento de la compresión de su desarrollo social”. Esto indica que la preocupación fundamenta se centra en los efectos sociales de la educación sobre el hombre medio de la sociedad de masas, como él lo denominaba,

  1. Los Hábitos.

Somos conscientes de que la utilización del término hábito en el área de las ciencias de la educación e incluso de la psicología y disciplinas auxiliares, corre a contrapelo de no pocas teorías de la educación contemporáneas. Por otra parte no hay duda  de que el deterioro de este término se hay debido también a su deterioro con conceptos, que en las distintas lenguas tiende a acentuar el carácter de automático del proceso o del comportamiento de la persona, en detrimento aparente de la libertad del individuo, de su capacidad de descernimiento y de su creatividad.

 Usamos el término hábito por dos razones, antes todo, porque desde la antigüedad clásica se ha atribuido siempre, a pesar de las objeciones contemporáneas y mencionadas, a los hábitos a la creación de los mismos, un peso esencial en la educación. Porque la experiencia cotidiana nos dice que los buenos hábitos facilitan enormemente el desenvolvimiento de la existencia humana.

La tradición filosófica occidental ha distinguido siempre dos aceptaciones del concepto de ciencia: la ciencia objetivamente considerada, como desenvolvimiento de la proposiciones acerca de un objeto y que expresa sistemática y metódicamente una relación casal y la ciencia subjetivamente considerada, como disposición y perfeccionamiento de nuestra inteligencia en relación a un objetivo. Aristóteles, en su tratado sobre las partes de los animales, había señalado que la mente humana puede perfeccionarse de dos maneras: primero, por el conocimiento del objeto, e,d, por la adquisición de la ciencia acerca de un objeto; segundo, por el conocimiento del método adecuado al estudio del objeto.

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