Hacerse un adulto

Hacerse adulto

La edad adulta una nueva etapa para educarse

La urgente búsqueda de nuevas alternativas educativas para los adultos, ha provocado la confrontación de los distintos conceptos de “adulto” que nos presentan los estudios psicológicos y pedagógicos.

Hay que tener en cuenta cuáles son las características de la vida adulta como los procesos cognitivos, relacionales, afectivos y de conducta y las convicciones y orientaciones de valor de las que se nutre la personalidad adulta.

C.J Titmus propone que el término “adulto” puede corresponder a un nivel de desarrollo cognitivo y afectivo.

Debemos entender que ninguna fase del desarrollo puede retornarse o considerarse como fin del desarrollo.

También es importante considerar una acepción psicológica de la adultez dependiendo o siendo reconocida por el contexto social de pertenencia del individuo, la edad, obligaciones, tareas individuales o sociales a lo que tengan llamado los individuos por lo tanto la adultez se puede identificar con la oportunidad de cumplir papeles en diferentes situaciones individuales o colectivas cómo: ganarse la vida, el matrimonio, relaciones sexuales, paternidad, la mayoría de edad, entre otras.

Sin embargo todo esto está dentro de un convencionalismo y no podemos proporcionar una sola idea sobre la adultez, es complejo definir limpiamente las características de la edad adulta, sin embargo, podemos relacionar la edad adulta y entenderla como el cuidado de si mismo, la madurez y la capacidad de reflexionar sobre uno mismo.

La “generatividad del adulto” en el pensamiento de E. Erikson:

Considera que en la historia de la vida de todo ser humano, se desarrollan en un momento tres diferentes procesos, el biológico, psíquico y le comunitario, entonces aunque los estadios de la vida, a pesar de que estén ligados, depende totalmente de los diferentes procesos psíquicos que regulan el desarrollo de la personalidad.

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