Importancia Del Cemento

Los municipios del cemento

Alonso Benjamín Segura Delgado

E mail: roncompuesto@yahoo.com.co

El cemento ha sido el componente cosmético de los pueblos y ciudades en donde los úunicos que se favorecn y ganan son los políticos y los constructores, ambos fusionados de forma mafiosa. El cemento es otra empresa alucinadora, es la que permite enriquecer las roscas, posibilita fraudes, robos y manipulación excluyente polarizadora social. Es la que endeuda el futuro de los pueblos, los modernizadores de pueblos tranquilos que se autodenominan planeadores regionales, pavimentan calles para aparentar progreso, borran o sepultan memorias agradables. En esos lugares las calles eran territorio tranquilos y pertenecían a sus gentes y, el cemento las cedió a los vehículos tornándolas peligrosas. Antes se convivía, se tertuliaba, se jugaban todo tipo de campeonatos en las calles y sitios sin necesidad del cemento, éramos felices y nada sofocaba, sólo la calidez humanista de las vivencias y convivencias. El cemento deshumanizó el territorio y las convirtieron en selvas pavimentadas donde las relaciones interpersonales son predominantemente funcionales. Han logrado aislar a las personas y son cada vez más insensibles e insolidarias. A veces pienso que en lugares donde hay más construcciones de cemento la gente es más agresiva y hay más canibalismo disimulado, por eso quienes piensan más en cemento poco le interesa la gente aunque el discurso o justificación sea desarrollo, progreso, crecimiento, etc.

En territorios con poca cementación los políticos y sus rémoras que olfatean los presupuestos los tildan de atrasados, no han tenido oportunidades de robar, son regiones poco atractivas por cuanto el caos, el desespero y las violencias son los renglones que facilitan altas rentabilidades para esas almas enfermas que sólo piensan el TENER, son vampiros neoliberales que chupan billetes (que es la sangre de los pueblos). En regiones con muchas construcciones civiles y abundante cemento en sus paisajes existen más hospitales, EP$, IP$ y clínicas para vehículos de última generación tecnológica disponibles y no para las personas.

Los imperios del cemento, que poco importa la gente, las obras se diseñan e implementan para que sus habitantes se acostumbren y adapten a ellas aunque no las necesite, el puente metálico de Lorica es una fehaciente muestra de ello. Hay en varios municipios de Colombia vías de varios pisos como forma de mejorar su vialidad, para nuestra Lorica lo interesante era satisfacer caprichos e intereses de los carteles de la construcción y no la de descongestionar la huérfana del Bajo Sinú. Un proyecto no debe ser un capricho sino responder a una necesidad y si revisamos nuestra historia vemos que ha sido la caprichocrácia la que ha impuesto todo (obras civiles, candidatos y pocas virtudes dignificantes).

La imagen del desarrollo con sus proyectos provienen del interior del país, ellos vienen con financiamiento por delante y sólo buscan a los cosmetólogos del cemento o quienes figuren como dirigentes para hipotecar futuros. Sin pretender regionalismos, en círculos tertuliantes se hablaba de la única ley sin excepción que rezaba Comején, polilla y paisa, ninguno bueno y, David Sánchez Juliao ilustró generalizando ese adagio Cachaco, palomo y gato, tres animales ingratos. Lo real es que haber pretendido instalar modelos de sociedad citadinos en nuestro territorio es lo que ha producido cortocircuitos históricos indeseables. Habíamos construido lo que necesitábamos y nos han impuesto, con nuestra complacencia, lo que ha sido rentable para los nuevos colonizadores con su modelo de crecimiento. Las redes de alcantarillado rebosando calles y las cajas de fósforos de los programas de vivienda son evidencia de ello. No han sido adecuados.

Será que seguiremos apoyando los caprichos de egoístas que pretenden ser los próximos candidatos

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