Indigentes

En Durango cerca del ___% de la población vive en pobreza extrema, pero que hay de aquellos que no tienen un techo, una cama ni una familia a la cual recurrir, cerca de ___ personas vagan día a día por las calles de nuestra ciudad, buscando un lugar acogedor, que los proteja por algunas horas de las inclemencias del tiempo y les brinde un hogar temporal.

En esta investigación, trataremos un tema que como sociedad nos debería de importar a todos, ya que no sabemos cuándo podemos necesitar la ayuda de alguien más, este es el caso de la indigencia que es la falta de medios para satisfacer las necesidades básicas como la alimentación, vestimenta, etc. A estas personas se les conoce como indigentes.

La indigencia es un problema estructural en muchos países. Hay familias con varias generaciones en la pobreza, debiendo enfrentar un gran número de necesidades, con imposibilidad de acceso a la educación, a la salud, etc. El economista Thomas Chambers dijo: “La ayuda a los indigentes debe convertirse en una ciencia, basada en la observación y cuyo objetivo debe ser el mejoramiento social”. Por lo tanto las autoridades estatales y municipales competentes tienen la obligación de trabajar en programas de desarrollo social que ayuden a mejorar el desarrollo económico de nuestra sociedad.

A muchos les aterroriza la idea de ser indigentes, de perder sus hogares, porque sabemos que no existe un sistema efectivo y transparente que ayude a esas personas a salir adelante; pero ¿que hay de aquellos que ya lo han perdido todo?, que se tienen que acostumbrar a un ritmo de vida lleno de carencias, de tristeza y de miradas extrañas que transmiten repudio.

Los indigentes son un grupo muy vulnerable, que como nos hemos podido dar cuenta a través de esta investigación, no simplemente por el hecho de no tener un sustento, ni contar con las necesidades básicas, sino porque además de esto, tienen que lidiar con la sociedad, una sociedad que lamentablemente va en decadencia, cuantas veces no hemos escuchado de indigentes que no son atendidos adecuadamente solo por no contar con un seguro popular, o en los peores de los casos personas que son agredidas o incluso asesinadas solo por el simple hecho de vivir en la calle.

Tal es el caso de nuestro estado vecino Sinaloa en el que el asesinato a indigentes va al aumento, como fue el caso de Joel Rentería, un hombre de 44 años de edad, que el pasado 6 de febrero del presente año se encontraba a mitad de la noche dormido en un mercado popular, cuando dos sujetos se acercaron y le prendieron fuego, provocándole la muerte, casos como este pasan con bastante frecuencia en nuestro país y las autoridades no hacen lo suficiente para prevenir sucesos como este.

No hay obligación de ayudar

En los alrededores del centro histórico de nuestro Durango, día con día, el Sr. Isidro Hernández lucha por cubrir sus necesidades básicas, aunque pocas veces lo logra, pero con ayuda de personas que ya lo conocen y se han encariñado con él, puede salir adelante. Lo que Don isidro hace es pedir limosna y el lugar en el que a cabo esta actividad, nunca es fijo ni estable.

Al Sr. Isidro, no lo hemos encontrado en la calle 20 de Noviembre esquina con Pino Suárez, recargado en la pared, sosteniéndose de su andadera, ya que años atrás, cuenta que sufrió un accidente en el cual se lastimo las piernas y le cuesta caminar como cualquier persona normalmente lo aria. Pero él dice que no quiere ser una carga para ninguna persona y demostrar que todavía es capas de valerse por sí solo.

“Yo no obligo a las personas a que me ayuden, si pueden hacerlo, que mi dios me los bendiga y si no de igual manera se los agradezco”, comento Don Isidro. Él lo único que hace, es mover un pequeño bazo en el cual pide la ayuda, sonando así las monedas que en el se encuentran. El realizar esta actividad es muy cansado, ya que por el problema en sus piernas, le es muy difícil y complicado sostenerse y muchas veces, esto lo reciente su columna.

Su medio de transporte, es por autobús y asegura que los choferes, como ya lo conocen y le tienen cariño, se esperan hasta que él se suba, tome su lugar y se sienta cómodo, algo que es muy bueno, ya que le están demostrando respeto a sus ganas de salir adelante. Don Isidro se siente muy agradecido con Dios, y con lágrimas en los ojos comenta que nunca ha recibido insultos ni humillaciones de las personas con las que cruza miradas día con día.

Hogar dulce hogar

En un parque recreativo e inconcluso ubicado en la calle Rio Amazonas del fraccionamiento Loma Bonita, se encuentra el hogar de Don Feliciano Soto Astorga, un hombre de 75 años de edad al cual, la vida lo ha tratado de mala manera, por lo que hoy tiene que vivir en un rincón detrás de la entrada de esta obra negra que el gobierno estatal de la pasada administración nunca concluyo, aquí habita entre cartones y suciedad con sus fieles amigos, tres perros criollos a los que amorosamente les llama “mis niños”, él nos cuenta que lleva casi tres años viviendo en este lugar.

En la obra negra de un parque

Él ha vagado por las calles de nuestra ciudad por más de trece años, ya que fue echado de la casa donde vivía, por los hijos de su mujer, quien falleció, por lo que ellos optaron por correrlo y vender la vivienda, desde ahí ha vagado, viviendo en diferentes lugares, como en el Fraccionamiento Valle Verde, en donde encontró un terreno abandonado y comenzó a habitarlo, pero varios habitantes de ahí lo apedreaban y lo robaban con frecuencia, por lo que opto por abandonarlo y desde hace tres años se instaló en este “parque”.

Don Feliciano nos cuenta que no tiene familia aquí en la ciudad ya que el vivió toda infancia en San Lucas, un ranchito ubicado en el municipio de San Juan del Rio, pero desde la edad de 18 años se vino a vivir a la ciudad en busca de un mejor futuro.

Ha intentado pedir ayuda pero no cuenta con papeles oficiales como acta de nacimiento, CURP o credencial de elector, ya que con el paso del tiempo los ha perdido o se los han robado, pero estos son necesarios para

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