LA LOCA DEL ÚLTIMO CUARTO

Hasta hace no pocos años, en muchas familias venezolanas, con solariegas viviendas se reservaba la última estancia para un familiar algo díscolo, que se revelaba al control social al cual – muchas veces injustamente – se le endilgaba el mote de “el loco” o “la loca” según el género. De este ser se hablaba poco y cuando se nombraba se hacía de forma despectiva y con lacerante sorna; esta añoranza la traemos a estas líneas por encontrar que con la filosofía pasa algo similar, muchos tratan de negarle su carácter científico y la pretenden reducir a vana “palabrería” (expresiones como “no me vengas con esa filosofía barata” “tú y tus cuentos filosóficos” son muestras de lo afirmado).

A contrapelo de lo anterior y quizás con un ánimo reivindicatorio debemos expresar que la filosofía encarna una cualidad inherente a nuestra condición humana y es la de trascender una mera y sosa existencia proyectándonos hacia los fines últimos del saber y el existir. De forma breve y concisa a la filosofía se puede definir como el análisis racional del sentido de la existencia humana, tanto individual como social, fundado en la comprensión del ser. La filosofía desde una perspectiva contemplativa (no inactiva) lleva a la renovación, a la trascendencia del ser y su entorno con subsecuentes cuestionamientos que en algunos momentos pueden ser embarazosos para el “stauo-quo”, de ahí surge la pretensión de reducirla como a “la loca del último cuarto”.

La filosofía emerge como una superación de los antiguos mitos ya que hasta el advenimiento de ese análisis racional del sentido de la existencia humana, el hombre debía conformar su sed de conocimientos con el mito que eran relatos fabulosos con los cuales los antiguos pretendían dar explicación a los hechos que acontecían, generalmente eran relatos de hazañas protagonizadas por dioses con potencias sobrenaturales con fenomenologías a mitad entre seres humanos y animales.

A pesar de esta emergencia de la filosofía como una especie de post mitología, sería una miope lectura aparear la filosofía con el mito ya que entre estas dos hay perceptibles diferencias tales como: el mito relata una creación, porque cuenta como algo ha llegado a existir. No existen leyes naturales fijas que expliquen sus relatos, en cambio en la filosofía el mundo es explicado, se rige por un orden, el cual debe ser descubierto por medio de la razón; además, la filosofía se preocupa de averiguar la esencia de las cosas, con rigurosidad, en cambio en el mito existe el caos y la falta de rigurosidad y si mucha imaginación.

El devenir histórico de la filosofía se remonta a los primitivos griegos (Eurípides, Sócrates, Platón y Aristóteles entre otros) etapa que se ha denominado la filosofía antigua que dará paso a la filosofía medieval con una preponderancia eclesiástica bien marcada, no en vano el mayor exponente sea Santo Tomás de Aquino; vino después la llamada filosofía moderna y la contemporánea.

Al hablar de los usos de la filosofía podemos sintetizar lo visto en el video de apoyo para estas líneas, viendo que cuando se dice cotidianamente tómalo con filosofía se está haciendo referencia sin saberlo a la filosofía estoica que promovía la aceptación de las cosas con la más digna de las resignaciones. La filosofía, pese a lo que se pudiera pensar no está recluida en claustros en donde gente de aspecto raro y distante habla con palabras ininteligibles solo para iniciados. Las ideas que la filosofía ha creado a través de los siglos han encontrado la manera de subsistir filtrado a través de los poros de la cultura, haciéndose presente en el diario vivir. Interesante sería que la gente fuera capaz de identificar el origen de las ideas con las cuales se identifica para poder asumir posiciones más lúcidas y consistentes.

La investigación de la realidad por sus causas inmediatas

...