LAS HERRAMIENTAS DEL FILOSOFO

Toda mi vida he sentido una extraña fascinación por las maquinas, especialmente las herramientas.

Las tengo de todo tipo: taladros, sierras, compresoras, maquina de soldar etc. y disfruto mucho hacer puertas, ventanas… en fin lo que requiera la casa; o lo que necesite mantenimiento.

Existe un dicho que reza: “La herramienta hace al Maestro” y no puedo más que estar completamente de acuerdo con esta parte de la sabiduría popular.

Me considero bastante bueno en lo que hago (sin falsa modestia) y debo reconocer completamente que una herramienta excelente, bien cuidada y sobre todo puesta siempre a punto, permite la realización de excelentes trabajos.

Lo mismo sucede con las herramientas del filósofo.

El pensar es un arte y como tal debemos desarrollarlo. Existe el dilema si se nace o uno se hace de las cualidades o habilidades necesarias en cualquier campo.

Tú puedes haber nacido con las cualidades, pero si no pones empeño en continuar desarrollándolas, llegará el día en que simplemente te convertirás en uno más del montón que no quería ser de ese montón.

Por otra parte; como ser humano tienes las capacidades genéticas y energéticas para desarrollar cualquier talento que desees, simplemente necesitas algo que se llama Voluntad de Ser.

Inteligencia, consciencia y sabiduría de ser, junto con el termino mencionado arriba; son cuatro de los conceptos desarrollados por nuestros antiguos filósofos Toltecas que nadie se preocupa (aunque seamos mexicanos) en mencionar, parte por ignorancia, parte por desconocimiento de que poseemos una extraordinaria riqueza filosófica, que incluso; para los que sabemos de su existencia, observamos que sobrepasa enormemente a cualquier pensador o teoría del pensamiento actual. De la misma forma en que existe una teoría del conocimiento moderna, poseemos una teoría del conocimiento Náhuatl.

Después de aliviar este pequeño trauma, diré que la única forma en que el filósofo moderno tiene la oportunidad

de no ser una simple comparsa en el gran océano de de teorías del pensamiento, es conociendo completamente su herramienta de conocimiento, en otras palabras, me refiero a la maquinaria humana en su totalidad, porque contrariamente a lo que cree nuestra cultura moderna con todos y cada uno de sus avances científicos mitificados, uno no aprende únicamente con la cabeza, sino que, nuestro cuerpo entero es un receptáculo completo que asimila conocimiento; aún más, en nuestro interior y junto con todas nuestras glándulas de secreción interna; existen miles de centros energéticos que están completamente ligados al cerebro por medio de la medula espinal.

Cerebro y cuerpo únicamente son una especie de “antenas” que captan el conocimiento pero nuestra

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