LO QUE LA TIERRA SE LLEVO...

LO QUE LA TIERRA SE LLEVO

CARLOS MANUEL ALVAREZ LOPEZ

PASEO BOLIVAR CLL 42 ·17-86

3005326113

8º

COLEGIO MIXTO LA POPA

coordinacionacademicacolmixto@gmail.com

C.M.A.L                                                  

DEDICATORIA…

A mi tía Doris, por enseñarme el valor de las palabras…

A mi abuela Berta, por enseñarme que debemos sentirnos orgullosos de lo que somos…

A mí, ya que este cuento es un logro en mi vida…

                                                                                                                                  LO QUE LA TIERRA SE LLEVO…

Transcurría una mañana como todas. Ambiente de fiesta como todos los días en aquel barrio popular de clase trabajadora y desplazado llamado San Pacho de los Advientos, Me encontraba de paso por Kalamari ya que me encontraba en una situación soporífera al pasar todos los días por la ajetreada time square para llegar a mi oficina. Había venido hace mucho más tiempo con mi sr padre, Lord McAllen, extrañaba este ambiente tropical y festivo en el Caribe. Para mi mala suerte era una extraña temporada de lluvias por lo que tanto ambiente festivo no había.

Magali María Cassiani Valdez era uno de esas niñas del barrio, de esas con ese pelo afro heredado por los ancestros de aquel negro “cimarrón” que venció las cadenas de la esclavitud ante aquella raza española, de esas niñas que tenían la tez más oscura que el más puro ébano. En ese momento cursaba 6º grado en el colegio del barrio. Era muy aplicada en todos sus estudios, el orgullo de su familia ya que pertenecía a una de esas familias que por el olvido y la dificultad de la raza en un mundo donde lo blanco se veía más puro e integral hasta entre aquella raza liberta, su padre tenía un puesto de “pescao” en el mercado mientras que su madre era costurera, se ganaba unos cuantos pesos rebuscándose con las Sras. De la calle donde vivían y con una cría de gallinas criollas de esas de las patas grandes, huevos de oro y más pechuga que vida. Eran de las pocas que le habían quedado vivas de aquella vida feliz en “el salao” recuerda el triste momento donde los “Masetos” llegaron y violentaron la integridad de todo lo que se movía alegando que eran guerrilleros y estaban a favor de un “país comunista y socialmente corrompido”, ni siquiera la pequeña hija de la burra maría casquitos (aquella burra que le pertenecía a su hermano por la ilusa herencia de que “el pelao ya podía trabajar) aquel “pelao trabajador” termino envuelto en un paño de rosas rojas bordadas de carmín como los otros que habían masacrado aquella fatídica semana. Magali Maria le recordaba la viva imagen de su difunto hermano debido a esa astucia indígena, de esas con la que nacen todos en los montes de María aquella montañosa y selvática zona envuelta en el olvido de un gobierno corrupto y corriente en términos de efectividad. La madre de Magali había conocido a su padre en un lluvioso día de esos que porque no le quedaba ni un solo peso para pagar el arriendo en la posada en aquel barrio de invasión invadido por los mosquitos del dengue la habían sacado con los “corotos” hacia afuera y el amablemente se le había ofrecido a pagarle la deuda. De ahí quedaron hablando hasta que un día se le declaro con la versa de aquella canción embaucadora al amor  del mismísimo maestro Alejo Duran, aquella canción que dice “Mírame fijamente hasta cegarme, mírame con amor no con enojo, pero no dejes nunca de mirarme, que yo quiero morir bajo tus ojos” debido a los encantadores ojos miel de aquella morenaza candente. Finalmente accedió hasta que les llego el momento de buscar hogar para albergar a la numerosa familia que querían albergar que es el “encantigo” de todas las familias de esta carente región de juglares y razas sin definir, un dia se le presenta un amigo del trabajo del mercado y le comenta de que después de lemaitre hay un monte grandísimo y que ya varios han ido a invadir, que hasta tiene buena vista al estar a las faldas del imponente y sacramentario cerro de la popa, es entonces en ese monte basto donde deciden parar su casa a pesar de las calamidades que presenta la naturaleza caribe en todo su sentido.

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