La Caverna: Resúmen 25% De La Obra

La caverna:

RESUMEN:

El proceso en que la tecnología aumenta, puede ayudarnos en gran parte; sin embargo en esta historia podemos ver reflejo en la familia Algor las causas que puede realizar el acelerado crecimiento de ésta.

Empieza la obra con un hombre de 64 años llamado Cipriano Algor y su yerno Marcial Gacho, éste era guarda interno de un Centro comercial en la ciudad, a 13 kilómetros de su casa de campo; Incluso Cipriano, era proveedor de vasijas de barro para un local del centro y siempre llevaba a su yerno al centro al mismo tiempo que descargaba sus pedidos.

Marcial era un hombre muy apurado y ni podía llegar tarde a su trabajo ya que perdería la lista de candidatos a guardia residente ya que era mejor para ellos porque tendrían mayor comodidad, mejores condiciones de vida pero a Cipriano no le parecía muy buena idea ya que su hija Marta no le parecería una idea que le entusiasmase pero lo que le respondía Marcial fue que cada quien tenía su opinión y ella al final cedería, se despidieron y Cipriano siguió su camino.

Al llegar a su destino, Cipriano tuvo que formar cola para poder dejar su entrega y le tocó ser el número 13 del turno, aunque no fuese una persona supersticiosa, no ignoraba la mala reputación de este número, en cualquier conversación sobre la casualidad, la fatalidad y el destino siempre alguien tomaba la palabra para relatar casos vividos bajo la influencia negativa y a veces funesta del trece.

Aunque intentó recordar si en alguna otra ocasión le había tocado ese lugar en la fila, no logró hacerlo, discutió consigo mismo, porque era un disparate preocuparse por algo que no tiene existencia en la realidad, ya que en realidad los números no existían.

Siempre había dos guardias que fiscalizaban, uno en cada extremo, la entrada y la salida. Era siempre así, los conductores dejaban el vehículo en la fila a medida que iban llegando y subían a la calle, al café.

Cuando le toco su turno, se enteró que el completo pedido que el centro había requerido a Cipriano, ya no era totalmente necesitado, descargo solo la mitad de éste. El motivo del cual le informaron a Cipriano que los clientes ya no optaban por elegir el barro, fue el plástico, un nuevo material que imita perfectamente al barro, y con la ventaja de que pesan menos y son mucho más baratos. Uno de los guardias del centro le dijo que no quería angustiarlo, pero creía que a partir de ahora sus lozas sólo interesarán a los coleccionistas, y esos son cada vez menos.

El alfarero entro a la furgoneta y arrancó de ese lugar molesto y le echó la culpa al trece pero luego se dio cuenta que no tenía la culpa porque el trece no existía, ya que si igual hubiese sido el primero en llegar la sentencia hubiese sido igual.

Cipriano paró la furgoneta y bajo los cristales de los dos lados para que alguien viniese a robarle, y no es raro que ciertas desesperaciones de espíritu, ciertos golpes de la vida empujan a la víctima a tomar decisiones dramáticas ya que decía que si los clientes no lo querían entonces que se lo llevaran los ladrones.

Pasó una media hora y nadie venía, solo se acercó un hombre sucio y mal encarado que sólo había llegado a preguntarle si necesitaba ayuda, Cipriano estaba un poco sensible que hasta soltó un lagrima,

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