La Educación A Través De Los Siglos

La educación del siglo XVlI, en base a la perspectiva en la que nos lo narra el autor José Joaquín Fernández de Lizardi en su obra EL PERIQUILLO SARNIENTO, con respecto a la educación varonil está llena de atavismos, malas costumbres, la idea religiosa siempre presente y aun mas importante, una terrible corrupción desde los valores y ética moral de los padres, que si bien es cierto, es de ahí (el núcleo familiar) donde El Niño, recién nacido aprende todos los cimientos de su educación. Empezando por la corrupción e idea de los padres, inculcado por una cultura ortodoxa, en la que la felicidad de un matrimonio se basa en el hecho de ser padres, y formar una familia "modelo" parte el hecho de formar padres sin el sentimiento de paternidad; se desprende otro sentimiento que influye bastante en los primeros años del niño, que es el abandono.

El abandono por parte de los padres hacia los hijos, al ponerlos al cuidado de alguna otra persona que no sea su madre, o su padre, resulta contraproducente y aún más resulta inhumano y antinatural, pues si bien es cuando el niño necesita de los mayores cuidados posibles, se le encarga a una persona totalmente ajena a la responsabilidad y sentimiento de paternidad, descuidando así, su educación y salud.

Otro hecho importante es que, si bien un hijo se toma como una obligación, también es una oportunidad para los padres de formar relaciones con personas de otro status económico, mediante apadrinazgos malintencionados y sumamente hipócritas.

Después de esto, el sentimiento de abandono llega a los padres, con lo cual regresan al niño con un sentimiento de culpa, consintiéndole todos sus caprichos y solapándole todos sus errores, en un vano intento de enmendar sus errores pasados. Con esta primera educación, se forjan los cimientos de un nuevo integrante de la sociedad, con valores mal infundados, con poco carácter y sobre todo con un alto grado de corrupción en su moral.

Ahora bien, es desde el punto de vista varonil, pero en el aspecto femenino, la educación es totalmente distinta y toma un papel totalmente diferente.

En el texto de Sor Juana Inés de la Cruz titulado LOS EMPEÑOS DE UNA CASA, nos narra el rol de la mujer, y del hombre en una sociedad del siglo XVII; por una parte, está el rol de la mujer Ama de casa, la encargada de promover de alimento el hogar, de mantenerlo presentable y lustrado para el hombre de la casa, siempre esperando a las órdenes y llegadas de el hombre de la casa.

Pero por otra parte, el rol de la mujer inteligente, de la mujer libre capaz de elegir su propio destino y camino, aquella que toma las riendas de sus decisiones, una mujer culta y apasionada.

Y por otro, esta la mujer que es ambas partes de la moneda, aquella que toma las riendas de sus decisiones, y a la misma vez se encarga de promover el alimento y limpieza en la casa.

En cuanto a los hombres, son aquellos

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