La Guerra Contra El Arte

Hoy en día sería correcto decir que el estado tiene un gran problema: la guerra contra el arte. ¿Pero, por qué en contra del arte? Porque el arte es una manera de transmitir visiones, ideales y formas de pensar ajenas a las propias suyas, que se multiplican exponencialmente entre la gente. Estos ideales y formas de pensar son obra de pensadores, y artistas, que comparten su forma de ver las cosas, haciéndolo de tal manera y estilo, que le guste a la mayor cantidad de gente posible, y haga que se popularice entre ella. Los artistas son capaces de reformar la mente del receptor, sin que este tenga conciencia alguna, solo lo sigue como una oveja sigue a su pastor.

Esta reforma de conciencia se hace generalmente entre grupos inmensos (ya que los buenos artistas causan sensación), que gustan del trabajo que el artista hace; hablemos del entretenimiento. Los cantantes y grupos más famosos, hacen que sus miles y millones de fans canten sus canciones. Y, por supuesto, cada canción tiene su mensaje, y ese mensaje queda grabado inconscientemente en las mentes de la audiencia, a las que tanto les gusta el nuevo single. Y así la manera de pensar del artista, transmitida por cualquier forma de arte, modifica lo que al estado le interesa que su pueblo piense, y como al estado le interesa que el pueblo actue. Entonces queda, artistas vs interés del estado.

Pero por otro lado, existen unos individuos parecidos, pero que en vez de transmitir ideales ajenos a los intereses del estado (los intereses del estado giran alrededor de una cultura representativa de alguna región, la cual ha venido siempre y el estado se acomodó a actuar y favorecerse de dicha cultura), son el elemento de batalla indirecto del estado para que su pueblo no pierda sus tradiciones, su identidad: Los artesanos. Los artesanos a diferencia de los artistas, siempre trabajan todos bajo la cultura propia del sitio, propagan y viven de los ideales y costumbres propias y únicas de la comunidad, se dedican a mantener vivas esas tradiciones que nos identifican del resto del mundo, e incluso de nuestras ciudades vecinas. Los artesanos, representan para el estado una especie de cura, para el virus de los artistas, las distintas formas de pensar.

Pero hoy en día, la voz de los artesanos tiene una fuerza minúscula al lado de la voz de los artistas, sobre todo de aquellos con fama mundial. Vivimos en una sociedad evolucionada, en vía a la globalización. Cada vez hay menos fronteras, más aceptación a ideales y culturas diferentes, más unidad. Cada vez más artistas; mas pintores, mas escritores, mas cantantes, que cada uno contribuye a la liberalización, la propagación de la múltiple cultura, múltiples ideales. Son una influencia grandísima en la población, y hoy más

que nunca, que en nuestra sociedad globalizada su voz se propaga a velocidades impresionantes debido al tránsito libre y masivo de la información,

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