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Guerra Contra El Narco


Enviado por   •  14 de Agosto de 2014  •  1.760 Palabras (8 Páginas)  •  219 Visitas

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Lentamente, como sangre que escurre en un plano inclinado, el narcotráfico invadió el territorio nacional. Con la complacencia y aun la complicidad de autoridades de todos los niveles –civiles, policiacas, militares- el crimen organizado convirtió a México en una potencia en la producción, distribución, venta y exportación de estupefacientes. De extremo a extremo de la República, los cárteles impusieron su ley a sangre y fuego en el sentido estricto de la expresión.

La corrupción hace acto de presencia en los anteriores casos, el gobierno de Felipe Calderón intenta aplazar este gran problema, pero se cree que ya es demasiado tarde. Muchos piensan que esta lucha nos beneficia, pero en cambio otros, consideran que sólo se está generando más violencia.

La lucha contra el narcotráfico comenzó el 11 de diciembre de 2006, cuando el gobierno federal anunció que iniciaría una “batalla” contra el crimen organizado en el estado de Michoacán. Lo que no se tenía en cuenta era que todos los cárteles mexicanos están conectados, ya sea de una forma u otra, y sería prácticamente imposible sólo limpiar una parte. La verdad es que ésta lucha sólo está atrayendo más problemas, sólo genera situaciones dispendiosas.

De acuerdo con los datos de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, hasta marzo de 2010 se habían detenido a 121,199 personas a las cuales se han vinculado con el crimen organizado. Toda esta información el gobierno la difunde día a día por los medios de comunicación, como un “logro” más en contra del crimen organizado. Pero lo que nos ocultan es el número de víctimas inocentes que pagaron las consecuencias por este “lucro” del gobierno.

Entre diciembre de 2006 y enero de 2012 han muerto alrededor de 60 mil personas por vía de ejecuciones, enfrentamientos entre bandas rivales y agresiones a la autoridad. En este número se incluyen no sólo a los narcotraficantes, sino también a los efectivos de los cuerpos de seguridad y civiles (entre los civiles se cuenta a periodistas, defensores de derechos humanos y personas sin identidad o bien, no reconocidas). Además de que en cada detención se trata de elevar lo más alto posible a los detenidos, para hacernos creer que han capturado a un “pez gordo”, a una pieza clave del narcotráfico. Pero en realidad, son pocos los capos capturados que se encuentran verdaderamente en la cúspide del crimen organizado.

Cuando los jefes de las organizaciones criminales son capturados, se nos persuade diciéndonos que se ha dado un gran golpe contra la organización, aunque en verdad estos seres indómitos no dejan de trabajar en sus negocios ilícitos aún dentro de prisión. Un claro ejemplo es Osiel Cárdenas Guillen, antes líder del cártel del Golfo, también creador del ejército del narco (los zetas), que desde prisión seguía dirigiendo su imperio e incluso mejor que cuando estaba en libertad. Por esta razón, al entrar Calderón a la presidencia, se vieron obligados a hacer el proceso ilegal de extradición a los Estados Unidos. Y este es sólo uno de muchos otros casos.

Fuera de México, la presencia de los cárteles paisanos también es notoria: el presidente de Perú, Alan García, denunció el 26 de noviembre de 2008 que el cártel de Tijuana, junto con el cártel de Sinaloa, están presentes en territorio peruano, al punto que se les atribuye la violencia generalizada que azota a ese país. “Los cárteles mexicanos son mucho más agresivos que los de la época de los colombianos. Estos cárteles, como el de Tijuana, por ejemplo, son realmente salvajes”, declaró. Y ante el recrudecimiento de la violencia en Perú, Alan García le solicitó al presidente Felipe Calderón que la policía antinarcóticos de México opere en su país, para desarticular a los cárteles mexicanos, pues estos ya han superado, en violencia y en el negocio de las drogas, a los grupos delictivos de Colombia, el principal país productor de cocaína seguido precisamente por Perú. La situación se está saliendo tanto de control, (y esto es un ejemplo claro de ello), que ya no sólo en nuestro país se hace acto de presencia con sus atrocidades. El hecho de que los grupos criminales de México se hayan convertido en los más violentos, en realidad es sólo una respuesta a la pelea que el gobierno les está dando.

El país vecino es el principal comprador de las sustancias enervantes, son también los que les venden las armas al crimen organizado; más sin embargo culpan a México de esta plaga del tráfico de drogas, sin darse cuenta que su gente colabora en gran cantidad para el negocio.

En una entrevista realizada por Julio Scherer, al capo del Pacífico, Esteban Ismael Zambada García, aleas el “Mayo Zambada”. Este ya legendario personaje niega que su captura pueda resolver el problema del narco, por tratarse de algo tan arraigado en México como la corrupción, por lo cual, con los capos arrestados o muertos, saldrían fácilmente otros capos. De lo que se trata de hacer énfasis, es que por más que capturen a jefes del narco siempre va a haber un vástago listo para tomar su trono. “En cuanto a los capos encerrados, muertos o extraditados, sus reemplazos ya andan por ahí”, afirma Zambada.

Del ejercito dice lo siguiente: “Los soldados rompen puertas y ventanas, penetran en la intimidad de las casas, siembran y esparcen el terror”. Cómo se quiere

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