ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Libertad


Enviado por   •  21 de Agosto de 2014  •  1.501 Palabras (7 Páginas)  •  164 Visitas

Página 1 de 7

La libertad

¿Un fin que justifica los medios?

En el tiempo presente la noción de libertad se usa para exigir cosas que no son coherentes con la persona humana, como el aborto, el divorcio, etc. o se usa como medio para desvincularse de situaciones.

La situación anterior nos lleva a preguntarnos ¿En qué consiste la libertad? Porque si una persona al abortar o dejar sus obligaciones es libre, entonces con toda razón puede hacer estas cosas.

La libertad es, existe, es un hecho, pero el que alguien que no sea yo, sea libre, no lo percibimos, en cambio si percibimos nuestra propia libertad. ¿Cómo lo sabemos?

La libertad no se puede demostrar científicamente como una ley matemática, pero es un hecho evidente y tenemos conciencia de ella porque en nuestra vida estamos constantemente eligiendo. A lo largo de nuestra vida hay actos que se originan en nosotros mismos, en nuestras opciones, en nuestra voluntad de querer realizarlos. A esto le llamamos que nos autodeterminamos, es decir disponemos de nosotros mismos orientándonos como queremos, Ejemplo: . Al elegir comprar un producto somos conscientes de que puedo no comprarlo o comprar otro más barato, pero yo me autodetermino comprarlo.

¿En qué se sostiene que seamos capaces de este tipo de actos? Para que haya libertad hay que tener autopresencia, Ejemplo: Yo no puedo señalarme a mí mismo con el dedo, porque no hay objeto, ya que te apuntas con el dedo pero el dedo eres Tú. Para que haya libertad hay que tenerse presente. Cualquier cosa que es compuesta requiere otra cosa para moverse, para autodeterminarse hay que tener autopresencia.

San Agustín decía”: Cuando alguien me dice conócete a Ti mismo ¿A qué verdad atiende lo qué me dicen? Porque si yo no me conozco a mí mismo ¿Cómo sé que lo encontrado soy yo? Porque de alguna manera yo me conozco.

Ese conocimiento por el que reconocemos que somos nosotros, exige una autopresencia, una autoposesión que nos permite elegir.

Ser libre significaría entonces, no ser esclavo, no ser poseído por otro, es tener

autodominio porque me poseo. Somos radicalmente libres por naturaleza, porque tenemos esta autoposesión. Si alguien me afirma que no es libre cae en un contra sentido, porque para afirmar esto debería tener una autoposesión, ya que se conoce para poder afirmarlo.

Aunque una persona está presa o no es libre para dejar la droga, igual es libre porque puede autodeterminarse y aunque esté atrapado en sus actos es libre para rehabilitarse.

Un niño ya en el seno materno es libre porque tiene autoposesión.

¿Para qué somos libres? Para poder verdadera y radicalmente apropiarnos de lo que somos.

El hombre está en el mundo con la libertad radical, la que tiene por naturaleza, pero desde ella tiene que dominar el mundo y aceptar lo que es, o huir de si mismo. Hay personas que plantean que el hombre está condenado a “ser lo que es”, pero nosotros no lo percibimos así sino que el “ser lo que es”, es un proyecto a conquistar y a realizar en nuestras vidas.

Si fuéramos ángeles con un conocimiento perfecto de nuestras vidas, en un solo acto podríamos decir si queremos ser lo que somos o podríamos elegir no querer ser esto. Pero nos damos cuenta que nacemos y no nos conocemos de un modo perfecto desde el principio y nos vamos conociendo poco a poco. El hombre está llamado a la libre afirmación de sí mismo, a ir poco a poco incrementando su libertad, afirmando lo que es. El ser radicalmente libre está abierto a un incremento, a ir creciendo en nuestra libertad y a hacernos responsables de las cosas y tomar posesión de nuestros actos. Los niños al crecer, poco a poco van tomando posesión de sí mismos y haciéndose responsables de sus propios actos, lo que les da la capacidad de ser más libres al tomar sus decisiones Ej. ya no come solo por un instinto sino porque le gusta esa comida o no come porque está a dieta.

Esta libertad que conquistamos día a día con nuestros actos, produce en nosotros hábitos, que es el arraigo en lo más profundo de nuestro ser de una obra buena a la que estamos destinados, Ejemplo: Una persona que desarrolla el hábito de la templanza en el comer, si le ofrecemos un pastel puede obrar según lo que le conviene y no con una respuesta instantánea a una conducta, como reaccionaría un mono amaestrado al que le enseñé a contestar el teléfono cuando suena. Si a un grupo de niños yo los enseño a tirar los papeles al basurero, que está

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8.7 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com