La Psicología En La Tragedia.

La historia se ha encargado de demostrar la ansiedad vana de poder que tienen todos y cada uno de los Seres Humanos que, tras haber obtenido una recompensa, no se conforman con esta, sino que, al contrario, buscan y ponen en práctica los medios necesarios para lograr otra mejor a la anterior sin importar las repercusiones que eso pueda traer en un futuro. Está claro que entre más poder, más dura es la prueba a seguir y, por lo tanto, la responsabilidad aun mayor. Una de las evaluaciones más duras por las que debe pasar toda persona cuando está en el clímax de su poder, no es intelectual ni física, es moral. El orgullo y la creencia de superioridad sobre las demás personas son, quizá, las más representativas en un Ser Humano “poderoso” y, al mismo tiempo, las más cercanas a la catástrofe; por lo cual, es necesario que el individuo tome conciencia de ello y logre liberarse de dichos males a través de un proceso personal, proceso donde se expulsan los “malos humores” y las impurezas del alma, mejor conocido como “catarsis”. La catarsis, de raíz griega “Katharsis”, que significa purgación, purificación, aplicada a diferentes contextos como la medicina (Hipócrates), la escuela pitagórica y demás, es utilizada, también, desde la tragedia griega, por Aristóteles.

Aristóteles, a través de La Poética, emplea la palabra catarsis para referirse al efecto que ejerce la tragedia sobre los espectadores. La obra utiliza la piedad y el terror para lograr la liberación de las pasiones bajas e impuras, es decir, la tragedia, por medio de la proyección, al espectador, de sus bajas pasiones reflejadas en los personajes de la obra, permitiéndole ver el castigo que dichos personajes reciben por ellas, redime y purifica al público; ya que, en sí, experimentan los mismos sentimientos de piedad, terror y dolor que agobiaron a los personajes de dicha historia.

Se puede concluir que, para Aristóteles, la palabra catarsis vendría siendo la purificación psicológica a través del terror y la piedad y que, por medio de la tragedia, se incita a los espectadores a evitar caer en la “hybris”.

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