La Religión
LuluMary12 de Septiembre de 2013
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La religión a través del mito de la caverna de Platón es una manera de explicar el proceso por el que obtenemos conocimientos, que ocupamos para pasar del lado oscuro a la luz, a la verdad, al mundo real obteniendo las IDEAS.
Para empezar sobre este tema tendríamos que saber ¿qué es la religión? Y podemos encontrar que la religión es un conjunto de creencias, en uno o más dioses o en formas trascendentales de la vida, va acompañada de prácticas o cultos rituales que se cree, nos ponen en contactos con estos seres.1
Y también podemos encontrar lo que nos dice Marx: “La religión es el opio del pueblo”, “es la realización fantástica de la esencia humana, cuando la esencia humana carece de verdadera realidad”, “es la expresión de la angustia real”. Pero en otra parte, “es la protesta contra la angustia real”. “Es el hombre quien hace la religión, no la religión la que hace al hombre”.2
Por esto entendemos que la religión es un tema que al relacionarlo con la caverna de Platón, podemos encontrar diversos elementos que al compararlos con los que están dentro de la caverna son bastante semejantes ya que nosotros al tener una religión sin saber lo que es, el porqué de la práctica de esta nos mantenemos dentro de la caverna que es el lado obscuro y para poder salir es necesario recorrer un camino que no es nada fácil pero al hacerlo podemos llegar a la salida donde podremos ver la luz y con forme lo que nos dice Marx la religión es creada por nosotros mismos y esta carece de realidad por lo cual en la caverna nosotros estamos adentro en la obscuridad y cuando hagamos el recorrido podremos obtener la verdadera realidad.
Además tenemos que saber ¿Qué es un fanático religioso? Y podemos decir que ser un fanático religioso implica, defender con tenacidad desmedida las creencias antes mencionadas, con un ánimo exaltado y de preocupación, todo esto de una forma ciega y normalmente carente de argumentos que de verdad defiendan su punto de vista.3
Y pues como jóvenes, necesitamos crear nuestro propio criterio y punto de vista sobre este tema, debemos obtener información y hacernos de nuestra propia opinión de lo que es la religión, así como también conocer las verdades de la religión y ayudar a los demás a darse cuenta que en el mundo en que viven es irreal, que mediante los conocimientos previos de información pueden crearse un criterio propio, decidir si creer es bueno o malo, saber reflexionar sobre lo que se dice sobre la religión y mediante la crítica y el análisis llegar al verdadero conocimiento mediante la razón y así lograr conocer las IDEAS que en nuestro tema serán: la toma de decisiones, la bondad, la honestidad, la justicia, el amor y demás virtudes.
1. Walter Brugger, Diccionario de Filosofía, Ed. Herder, España, 1976,pp. 475-480
2. C. Marx E. Engels. Sur la religión. Ed. Sociales, 1972 p.41-42 y 71
3. Iglesia católica (2000). Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica.
Cuando nosotros estudiamos el Mito de la Caverna podemos encontrar diversos elementos tales como los prisioneros que durante toda su vida han sido obligados a mirar unas sombras provocadas por un fuego y unos objetos que se mueven. Con estos primeros elementos podemos hacer una gran comparación con el tema de religión puesto que los prisioneros que menciona Platón somos nosotros mismos obligados desde que nacemos a cargar con una religión católica basada en la creencia obligatoria a un Dios, un Cristo, vírgenes y santos donde el espíritu conservador lo relacionamos con las fuerzas que se oponen al cambio, y con los esquemas de control que tratan de mantener el " Estatus quo "4 y además se ven contaminados por el dogma, la superstición y la intolerancia.
Y a partir de nuestro crecimiento nos inculcan el pensamiento conservador, que está limitado por un esquema moral tradicional, que es definido por una sociedad y una jerarquía. Quienes no autorizan hacer cambios en el contexto de las postulados filosóficos y morales.5
Los objetos que se mueven los relacionamos con las cosas que nos impone la iglesia católica conservadora tales como los santos, imágenes religiosas, cruces, la imagen de un Cristo crucificado, las ostias y el vino repartido en cada misa y como objeto más importante la Biblia donde se cuentan los relatos de la vida de Jesucristo y donde nos mencionan como debemos comportarnos, los ejemplos que debemos seguir, las normas que debemos cumplir, etc.
Y todos estos objetos son cargados por los entes sombríos que nos menciona Platón, estas personas las relacionamos con aquellas que tienen una jerarquía, donde el término Jerarquía de la Iglesia Católica se usa para referirse a los miembros de la iglesia, que desempeñan la función de gobernar en la fe y guiar en las cuestiones morales y de vida cristiana a los fieles. Esta institución tiene una estructura jerarquizada porque, según los católicos, Cristo la instituyó para "alimentar al pueblo de Dios en su nombre, y para eso le dio autoridad".6 La Iglesia está formada por laicos y por el clero, que está constituido por "ministros sagrados que recibieron el sacramento del orden", pudiendo estos dos grupos tener como miembros personas consagradas.7
La Iglesia está organizada y gobernada especialmente en base a jurisdicciones correspondientes al Papa y a los obispos; el Papa es la cabeza de la iglesia, tiene el encargo de guiar a los creyentes.
Otro elemento de la jerarquía son los cardenales mismos que asisten al Papa en su gobierno.
4. Estatus quo: Se traduce como «estado del momento actual». Se trata de asuntos con dos partes interesadas más o menos contrapuestas, en los que un conjunto de factores dan lugar a un cierto «equilibrio» (statu quo).
5. Walter Brugger, Diccionario de Filosofía, Ed. Herder, España, 1976
6,7. Compendio del Catecismo de la Iglesia católica (CCIC).
También en su jerarquía existen: Curia Romana o Santa Sede que ayudan al Romano Pontífice en el ejercicio de su suprema misión pastoral, los legados del Romano Pontífice que son los representantes del Romano Pontífice ante las Iglesias particulares y ante el Gobierno de un Estado: el Nuncio, el Pro-nuncio y el Delegado Apostólico.
Los Obispos, los sacerdotes que colaboran con la tarea de ser mediadores entre Dios y los hombres, y los Laicos o Seglares de la Iglesia son los encargados de que el reino de Dios se haga una realidad en los diversos campos que forman su vida, donde el sacerdote, el religioso, el obispo no puede llegar.
Todas estas personas son las encargadas de que atrás de un biombo y por medio del fuego que nos menciona Platón que sirve como medio para plasmar las imágenes en la pared lo cual es lo único que pueden ver los prisioneros, piensen que es lo real, cuando en verdad lo real, ni son las sombras, ni los objetos cargados por estas personas. Y este elemento que es el fuego lo podemos relacionar con las máximas autoridades eclesiásticas, que nos mandan todas estas ideas de que la religión es lo mejor y que buscan meternos pensamientos bastante rígidos y conservadores, intimidándonos con lo que ellos llaman temor a dios. Y el biombo es el grupo de creencias y costumbres de nuestro país, que desde pequeños nos meten en la cabeza que es necesario encomendar nuestra fe a un ser celestial.
Al tener estas personas manipulándonos desde pequeños se crea la enajenación a la religión, y como nos menciona Marx:
“Toda enajenación del hombre con respecto a sí mismo y a la naturaleza se refleja en la relación con otros hombres distintos de él, en la cual se sitúa a sí mismo y sitúa a la naturaleza. Por lo cual la enajenación religiosa de sí mismo aparece necesariamente en la relación del laico con el clérigo.”
La concepción de la enajenación es desarrollada por Feuerbach en tres de sus obras, “La esencia del cristianismo” (1841), “Tesis provisionales para la reforma de la filosofía” y “Principios de la filosofía del porvenir” (1843) dedicadas a la crítica de la religión y de la filosofía especulativa respectivamente. El propio Feuerbach señala:
“La religión es la incisión del hombre consigo mismo: porque ella considera a Dios como un ser opuesto a él… Dios es el ser infinito, el hombre el ser finito; Dios es perfecto, el hombre imperfecto; Dios es eterno, el hombre temporal; Dios es omnipotente, el hombre impotente…; Dios y el hombre son dos extremos: Dios es lo absolutamente positivo, el contenido de todas las realidades; el hombre es sencillamente lo negativo, el concepto de la nada” 8
Esto nos habla sobre la concepción acerca de Dios, como conciencia falsa e invertida de los sujetos, que no se reconocen en un producto especial (Dios), creado por los propios humanos. En la conciencia religiosa esta relación sujeto-dios aparece invertida, enajenada en el hombre al proyectar su esencia, sus nociones e ideales de perfección, su carácter creador en un ser extraño, al cual se va sometiendo y la vez que se empobrece.
8. Feuerbach. La esencia del cristianismo. Editora política, La Habana, 1980.Pág:67.
La enajenación religiosa, para Feuerbach, existe y puede ser superada al margen del proceso histórico y de las condiciones concretas donde tiene lugar, por estar constreñida a la esfera de la conciencia de un hombre abstracto, caracterizado por el sentimiento religioso y una esencia genérica común en todos los tiempos. De ahí la justeza de la tesis de Marx al respecto “… Feuerbach no ve, por tanto, que el "sentimiento religioso" es también un producto social y que el individuo abstracto que él analiza pertenece, en realidad,
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