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La Republica


Enviado por   •  14 de Junio de 2012  •  602 Palabras (3 Páginas)  •  339 Visitas

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Luego de asistir a las fiestas de la Diosa Bendis se encuentran Sócrates y Glaucon en el Pireo. En la ciudad se encuentran con Polemarco, quien estaba acompañado por adimanto, Nicerato y algunos otros que también regresaban de las fiestas.

Polemarco invita a Sócrates a su casa, quien acepta.

En la casa Sócrates, se encuentra con Céfalo, quien lo saludo cordialmente. Sócrates demuestra mucho agrado por poder conversar con alguien de su experiencia en la vida y le pregunta, como considera la ancianidad.

Céfalo, le responde, que si bien lo acompañan algunos deterioros, estos le traen algunas recompensas y agrega que no saber tolerar la vejez depende no de los males humanos, sino del carácter.

Sócrates le dice que su vejez es buena, porque influye su riqueza a que esta sea llevada de lo mejor.

Sin embargo Céfalo le contesta, que la riqueza tiene sus ventajas que es la de pagar deudas, tanto a los dioses como a los hombres. Pero no es la cuestión de la riqueza o la pobreza sino la conciencia de haber sido justo o injusto durante su vida.

Sócrates opina; Que es propio definir la justicia haciéndola consistir simplemente en decir la verdad y en devolver a cada cual lo qué de el hemos recibido.

Céfalo acepta lo que expresa Sócrates, pero son interrumpidos por Polemarco exponiendo lo que dijo el Poeta Simónides: “Es propio de la Justicia devolver a cada uno lo suyo”.

Polemarco modifica la definición anterior y dice Justicia es hacer el bien al amigo que es bueno y perjudicar al enemigo que es malo. Trasímaco interrumpe el dialogo y pide enérgico a Sócrates que termine de hacer preguntas y obtener respuestas, sin dar nunca ninguna opinión.

Sócrates sorprendido y algo asustado trata de calmarlo y le dice que si tiene otra definición de que es la Justicia, dé su opinión.

Trasímaco dice: “Que la justicia no es otra cosa que lo que conviene al más fuerte”.

Sócrates no entiende y Trasímaco molesto le explica; que algunas ciudades se rigen por tiranías, democracias o aristocracias y que esta tiene el poder de dictar leyes que les convienen a cada uno. La justicia no es sino conveniencia del gobierno establecido y esté es el que tiene el poder.

Hablan también del arte de la medicina que consiste en no negociar, sino curar a los enfermos, el pilotaje de un barco, no por ser el piloto simplemente un marino, sino el que ejerce el mando en la nave.

Entonces Sócrates realiza un análisis: Las diferentes arte no ordenan lo conveniente para ellas mismas, sino para otros. Es decir la medicina busca lo conveniente para el enfermo, y del mismo modo, el patrón del barco no ordena lo conveniente para sí, sino para la tripulación.

Trasímaco, descalificándolo, le contesta que así como engordan a las

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