La identidad en el Diseño Gráfico, ¿es posible?

La identidad en el Diseño Gráfico, ¿es posible?

La RAE define la Identidad como “un conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás”. La mayoría de diseñadores creen tener un estilo propio o identidad, e incluso algunos se reconocen inmediatamente al ver cierto estilo, tal es el caso de Andy Warhol que su diseño fue tan emblemático que su nombre quedó totalmente ligado al arte pop; es imposible hablar del arte pop sin hablar de Andy Warhol. Pero todo esto tiene que llevarnos a pensar, ¿qué hay detrás de esto?, ¿qué respalda la identidad en mi diseño?, o incluso, ¿cómo puedo llegar a formar un estilo propio?

El diseño personal se rige por las normas que manda la filosofía de vida personal, que depende de cada individuo. Todos tenemos una filosofía de vida, consciente o inconscientemente, que se ve reflejado en nuestra personalidad y estilo al momento de diseñar y expresar gráficamente. Influye también el entorno en el que vivimos; religión, política, incluso la geografía. Es increíble como por el lugar en el que nacemos, vamos adoptando costumbres y nos desenvolvemos conforme la cultura de los lugares nos van permitiendo, rigiendonos a sus normas y reglas. Todos estos factores se reflejan en las creencias y personalidades que, como seres humanos vamos formando en nuestra mente y dándonos a conocer ante los demás.

Nuestra manera de pensar o nuestros sentimientos en determinado momento, son aspectos a tomar en cuenta, que van a influir o modificar nuestra identidad como diseñadores gráficos. Son corrientes del pensamiento, que como artistas que somos, necesitamos exteriorizar en algo visual o en algo que sea más tangible. Puede que estos sentimientos que tengamos a la hora de diseñar, sean tan visibles que nuestro espectador pueda llegar a sentirlos y crear una conexión con él.

Todos los días se buscan tendencias que se apeguen a los gustos personales, de esta manera se va creando un banco de imágenes mentales que consciente o subconscientemente se imitan después en los diseños.  Un ejemplo de esto, se puede ver en Instagram que dependiendo las personas que se sigan o las imágenes a las que les den like, esta plataforma va sugiriendo similares y mientras más lo vea, la mente se va cargando cada vez más de imágenes similares que son agradables a cada uno, que después se intentan implementar a la hora de diseñar. Al seguir este patrón periódicamente, finalmente, se crea el estilo.

A pesar de todo esto, el estilo va cambiando constantemente ya que va estrechamente relacionado con las modas y las tendencias que van cambiando, desapareciendo o evolucionando en el tiempo. Lo que se hace actualmente no nos va a gustar en el futuro, así como lo que nos gustaba en el pasado puede que ya no guste actualmente.  Las modas van definiendo el estilo personal y no únicamente el estilo personal sino también de la manera de pensar que tenemos como individuos o como colectivo. La evolución es algo con lo que siempre hemos lidiado los seres humanos, es parte importante de la vida y obligatoria de la vida, por lo que conforme el paso del tiempo vamos buscando nuevas tendencias y apegandonos a ellas, migramos a estilos nuevos y “de moda”, pero siempre manteniendo un estilo propio.

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