La mente disciplinada

La mente disciplinada

El alcance de la comprensión.

Es una cuestión alarmante el nivel de ideas falsas “misconceptions” que existe de

forma generalizada. Personas con estudios responden igual que niños a preguntas

sobre física, biología, arte, historia; por algún motivo es frecuente que las personas

con estudios tengan una idea de los conceptos similar a la que se tiene cuando no

se ha oído hablar nunca de ello. ¿Por qué se demuestra no entender los conceptos

fundamentales de varias materias? Una respuesta es porque se estudian materias,

pero no disciplinas. Los estudiantes se examinan de una información que se las ha

facilitado en las clases.

Las disciplinas son un fenómeno diferente; una disciplina es una manera

característica de concebir el mundo. Por ejemplo, el científico observa el mundo,

propone conceptos, clasificaciones y teorías provisionales, diseña experimentos

para comprobar las teorías y revisarlas, y luego con más información se hacen más

observaciones y revisiones de la teoría.

Con el tiempo se ha aprendido a transmitir las disciplinas a las mentes en

formación; en parte la formación de estas personas se realiza mediante la

identificación de intereses y dones compartidos, la demostración de formas de

pensar, la realización con éxito de ciertas tareas, dando una retroalimentación útil y

oportuna sobre otros trabajos realizados en una disciplina, y superando sucesivas

dificultades en el camino hacia el dominio de una disciplina.

Nos tenemos que esforzar por dar a los estudiantes por lo menos una idea de lo

que supone pensar de una manera disciplinada.

Si no se tiene una mente disciplinada, se acaba dependiendo de las demás

personas para poder opinar sobre la salud, la política, el arte, la educación.

Deberían llegar a saber determinar las fuentes de información fidedignas.

El dominio de las aptitudes básicas es necesario pero no suficiente.

La consecución de una mente disciplinada supone

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