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La naranja mecanica visto desde el mito de la ceverna


Enviado por   •  25 de Abril de 2018  •  Apuntes  •  596 Palabras (3 Páginas)  •  883 Visitas

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La naranja mecánica vista desde el mito de la caverna

Para nadie es un secreto que las actitudes y posturas que tomamos en la vida diaria, son producto de un derrotero histórico en el marco de la vida en sociedad y la sana convivencia. A ninguno de nosotros se nos enseña de forma tácita y explica la forma adecuada de comportarse ante la comunidad que nos rodea, tal adoctrinamiento se lleva a cabo de manera intrínseca a nuestra voluntad, como un juego de imitación vamos perfilando nuestra conducta acorde con nuestros ídolos y modelos a seguir, trátese de padres, amigos etc.

No hay marco normativo que nos atañe a seguir tales modelos de conducta, de por si cada quien hace las veces de árbitro para guiar su comportamiento a la forma más adecuada junto con el más alto criterio de la moral cristiana o social. Tales actos reguladores de la conducta se fundamentan básicamente en la racionalidad de la cual está dotado el ser humano, que ha de entenderse no como la facultad de aplicar el raciocinio a nuestra vida y diferenciarnos del restante reino animal, sino por el contrario se enmarca en la libertad de los individuos para guiar su comportamiento acorde a sus exceptivas y al ordenamiento jurídico y  moral que demanda convivir bajo el espectro de un contrato social. De esta forma nadie es consiente si sus iguales se amparan bajo la lupa de la moral colectiva, en cada movimiento de su cotidianidad, de forma autómata y casi involuntaria o si por el contrario tratan de controlar sus impulsos al más bajo perfil , para no despertar sospechas del conglomerado de que se está conviviendo con un ser políticamente incorrecto, dejando ver para cada uno de nosotros, no más que una sombra de su verdadera personalidad, tal como si estuviéramos amarrados de pies y manos e incapaces de ver más allá de esta precaria descripción.  

Sin embargo, a tales ideas, resulta preciso buscarle una antítesis que bosqueje una realidad no muy alejada acerca de una forma más precisa de comportamiento, cuya fundamentación yace en el instinto que puede llegar a predominar sobre la razón y que ejemplifica de forma ideal la obra del artista norteamericano Stanley Kubrick, La Naranja Mecánica. En esta obra maestra del director se expone deliberadamente y de manera libre, un escenario en el cual todos los seres humanos o animales en su defecto, actúan de forma instintiva y obedeciendo ya no a una moral colectiva, sino a sus impulsos instintivos y naturales. Con un objetivo que va más allá de los preceptos de la sociedad contemporánea, por el contrario acorde a sus necesidades biológicas, tales como las relaciones sexuales, o a sus más amplias expectativas que van relacionadas con la interpretación que estos hacen frente a los otros actos humanos, que se ven enmarcados en espontaneas conductas de violencia ya sea física o verbal.

No obstante, así como los humanos han amaestrado y puesto a su servicio al resto de especies del mundo animal, consecuentemente la vida de tales actores del instinto, enmarcados en el personaje  Alex DeLarge, se ve re direccionada de forma radical, dada las circunstancias que significa salir de un caverna de repleta de hostilidad y comportamientos bizarros,  por aquellos que simplemente no han actuado de forma instintiva y por el contrario son conscientes del mal que representa convivir con aquellos cuyos comportamientos van acordes con sus más bajos sentimientos, negándose a sí a la vida en sociedad, a los rayos de la civilización, y bajo las cadenas invisibles de la moral colectiva.        

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