La relgión como instrumento de dominación

La religión como instrumento de dominación (Babilonia)

Desde el inicio de las sociedades primitivas hasta la actualidad, la religión se ha implementado como un medio para que los hombres puedan tener un entendimiento del espacio en dónde se desarrollan; influyendo de manera categórica en su pensamiento y estilo de vida. Lo que el siguiente trabajo busca es, develar cómo la religión se conecta con el ámbito político siendo ésta (la religión) un instrumento eficaz utilizado de manera estratégica por los grupos dirigentes para el control de los hombres libres y esclavos.

A palabras de Julia Uriarte, la ciudad de Babilonia se convirtió en un gran centro religioso; debido a que existía una atribución divina hacia el rey Hammurabi quien tenía una relación estrecha con el dios Schamasch, considerado un dios justo y omnipotente. Según la religión, los dioses eran bondadosos solo con sus pueblos y vengativos con lo demás; se sabe también que la religión estaba muy ligada a la política de ese entonces o como argumentaría Carbajal; que en las leyes se reafirmaba el origen divino del rey y su condición de protegido para con las divinidades más importantes en Babilonia.

Con respecto a la ley, la ley Babilónica era muy estricta y se basaba en la norma del “ojo por ojo, diente por diente”, es así que el código Hammurabi tenía un carácter reciproco; en otras palabras, recibías lo que dabas. No obstante, la ley no era igual para todos los estatutos, el mismo crimen tenía un castigo diferente según quién fuera el que lo había cometido y contra quién hubiera sido cometido; Por ejemplo, si un aristócrata hería a otro, el criminal debía sufrir el mismo daño que él había causado a la víctima. Sin embargo, si un aristócrata dañaba a un plebeyo o un esclavo, el castigo era más suave y sólo tenía que pagar una multa. Con este código, se reflejaba el carácter protector que tenía Hammurabi para con su pueblo y siempre fue el primero en hacer cumplir la ley, según las normas establecidas.

Finalmente se concluye que el imperio Babilónico se caracterizaba por ser un gobierno teocrático y despótico, donde las leyes mostraban la interrelación entre el miedo y la admiración hacia el rey. En definitiva, el uso político que se le da a la religión ha variado, pero tiene la misma acepción, ejercer el temor como medio para un mayor control y dominio sobre la población.

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