La sinergia entre la ética y la nutrición

LA SINERGIA ENTRE LA ÉTICA Y LA NUTRICIÓN

Somos lo que comemos, pero lo que comemos nos puede ayudar a ser mucha más de lo que somos.

-Alice May Broc-.

La relación e importancia de la Ética y la nutrición como disciplinas del conocimiento y la praxis humana afines se halla en la medida en que ambas buscan contribuir al pleno desarrollo y bienestar integral del ser humano. En este orden es fundamental entender cuál es el lugar en el que estas disciplinas, desde sus particularidades epistémicas y metodológicas, convergen para alcanzar sus fines de forma mancomunada, lo que nos permitirá tener una mayor comprensión de estas y del modo en que el conocimiento, las reflexiones y principios que nos proporcionan deben ser redireccionados para garantizarnos una mayor calidad de vida que es, a fin de cuentas, el fin último del estudio y la aplicación de ambas disciplinas.

En una descripción muy categórica podemos establecer que la Ética, entendida a título de disciplina filosófica, reflexiona y analiza las causas y consecuencias de los comportamientos y las costumbres del ser humano apuntando a una visión ontológica de estos. Así mismo, la Ética interpreta estos comportamientos y costumbres adscritos a la moral en un carácter dual de positivos y negativos, buenos y malos, proporcionándonos un reflexión y problematización respecto a las formas de ser y actuar que priven o aseguren el beneficio humano. Bien sabemos que los valores, las creencias y costumbres de las personas como individuos autónomos y en la construcción de sus instituciones y relaciones sociales determinan la forma que tienen de ver y vivir la vida y por lo tanto repercuten en la respuesta y el compromiso que tienen con cada una de las esferas de su desarrollo y sustento entre las cuales es fundamental la alimentación.

La nutrición está involucrada en todos los procesos de la vida, la adecuada alimentación es esencial para el óptimo desarrollo de nuestros organismos en todas sus funciones. Asumiendo el compromiso de la Ética de atender el autocuidado y garantizar el bienestar propio pero también el de quienes nos rodean, la postura frente a la correcta alimentación, los tratamientos nutricionales, recomendaciones nutricionales y alimenticias debe ser un asunto de especial relevancia para todos y especialmente para los especialistas en este campo, en una sociedad en la que encontramos, por los afanes y órdenes del mundo moderno, tantas problemáticas alimenticias que desembocan en situaciones perjudiciales para el pleno y  adecuado desarrollo de nuestras vidas.

Desde el lugar de enunciación de un especialista en el área de la nutrición es fundamental el tener una correcta actitud ética al momento de atender en la parte clínica a nuestros pacientes, respetar sus costumbres y creencias, pero también procurar el bienestar de estos primeramente haciéndoles ver las formas adecuadas de pensar y actuar frente a sus procesos nutricionales. Debemos procurar tener una correcta actitud ética cuando se nos presenten situaciones en las que podamos obtener un beneficio propio por oposición al de las personas bajo nuestra responsabilidad, en el servicio de alimentación al momento de tomar decisiones con respecto a la alimentación y al equipo de trabajo que tengamos a cargo, así como desmentir la falsa información que corre en las redes educando de forma incorrecta a nuestra sociedad en temas de nutrición.

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