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La verdad de la naturaleza detrás de un lobo


Enviado por   •  12 de Enero de 2019  •  Resúmenes  •  662 Palabras (3 Páginas)  •  82 Visitas

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La verdad de la naturaleza detrás de un lobo

En primera instancia cuando se creó el poema a manos de Rubén Darío, este lo originó como una propuesta de un nuevo humanismo laico en un mundo que parece sumido en un nuevo estado de barbarie por culpa de los fundamentalismos religiosos y políticos. Por ello en el poema, Rubén lo interpreta al dulce Francisco de Asis, cuyo espíritu fraterno cayó en la ingenuidad. El lobo como una pasión depredadora en aquella metáfora de la destrucción de la muerte. A lo largo de la historia la humanidad ha demostrado tener muchos errores, desaciertos, pero a su vez ha sabido convivir con ellos y en algunos aspectos de cierta manera corregirlos y superarlos. Por desgracia esto se ha realizado solo en algunos lugares del mundo.

Supongo que tan sabios señores, cada uno con su dogma, su fe y su ideario político, no habrán llegado a otra conclusión que a la de la impotencia. Los motivos del lobo siempre han sido los mismos. No tan seráficamente simples como pudo interpretarlos "el mínimo y dulce Francisco de Asís", cuyo espíritu fraterno rayó en la ingenuidad. El lobo de Gubbia tiene hoy diversos nombres, diversas circunstancias y la misma pasión depredadora de aquél que fue metáfora de la destrucción y de la muerte. A lo largo de toda la historia de la humanidad ha sido comprobado que convivir es el gran problema. En el mundo contemporáneo el desencuentro entre los hombres es una paranoica realidad de múltiples fracturas, ya sea por motivos económicos, étnicos, nacionales o religiosos. La lucha ya no tiene lugar solamente en el choque de civilizaciones sino en el interior de los países, de las religiones, de la propia familia. El presente es caótico, desordenado, plagado de violencia terrorista, de guerras preventivas, de desastres como el de las Torres Gemelas, el de Atocha o el de la escuela de Osetia. Quien busca el compromiso de la paz y del diálogo es tildado de enemigo de los árabes, de los americanos, de los vascos, de los israelitas, de los rusos, de los chechenos. La misma negra sombra de la muerte planetaria extendiéndose como una larga noche de venganza y rencor. Y aunque no sea el fin del mundo, se le va pareciendo.

El espíritu de Asís está muy bien como proyecto. La pregunta es: ¿quién escucha a quién? Si los poderes económicos y políticos que dirigen al mundo tienen las mismas garras que ese lobo de Gubbia medieval ¿quién puede poner freno a tanta matanza de inocentes que se ha convertido casi en locura cotidiana? No puede dialogarse con los que organizan guerras como Bush, con los que ponen bombas en las escuelas y en las estaciones de autobuses, con los que se sacrifican fanáticamente destruyendo la vida en nombre de una fe determinada, sea cual sea. El mundo que tenemos es un mundo perdido, desarraigado, con millones de personas sumidas en la pobreza y en la esclavitud intentando cruzar unas fronteras físicas, mentales y morales en las que se les detiene, se les expulsa o se les acoge para explotarlos, prostituirlos, con políticas de inmigración que son un desastre. ¿Espíritu de Asís? Ni el del hermano Francisco, el ingenuo "fratello" que amaba a todas las criaturas.

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