Las Ciencias Humanas De Freund
mimd17 de Junio de 2012
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TEORIAS DE LAS CIENCIAS HUMANAS
Julien Freund
En su obra sobre las teorías de las ciencias humanas el autor Julien Freund hace un interesante análisis de las ciencias humanas y de su evolución e enriquecimiento a través de la historia y de la contribución de diversos autores a través de sus estudios, teorías y escuelas.
El autor divide su obra en VIII capítulos en los cuales desarrolla desde el origen de las clasificaciones de las ciencias humanas hasta las pruebas de superación de conflictos, atravesando por el desarrollo de las ciencias humanas y de los aportes de diversos pensadores, a través de capítulos firmes y entrelazados unos con otros, todo para finalizar en unas conclusiones que permiten al lector comprender la importancia del tema desarrollado.
Freund inicia su obra definiendo la idea de que las ciencias humanas podría constituir una esfera autónoma de investigaciones. Señala que para el siglo XVII la concepción que se tenía de ciencia era muy vaga y no es hasta el Renacimiento que se toma conciencia sobre la misma y se inicia su desarrollo. Señala que para aquel entonces no existía ninguna ciencia que hubiera experimentado un impulso concreto como para servir de modelo a otras ciencias. Indica, que es en este momento histórico que inicia la reflexión sobre las disciplinas, impulsado con los trabajos de Galileo y Descartes, convirtiéndose el problema de las ciencias humanas en objeto de un debate permanente, buscando con ello intentar una clasificación de las ciencias.
Es en este primer capítulo denominado “período de las clasificaciones” en el que se señalan diversas clasificaciones de las ciencias humanas establecidos según el estudio o análisis de diversos pensadores, entre ellos Bacon, el cual indica el autor, buscaba clasificar no sólo las ciencias que existían sino también anticiparse sobre ciencias por crear y que aún no tenían nombre. Bacon agrupa un cierto número de disciplinas bajo el nombre de ciencias del hombre, las cuales separa de las ciencias de la naturaleza, y a su vez introduce la distinción entre el alma y el cuerpo, las cuales enfoca dentro de las ciencias del hombre. En este mismo orden de ideas, D´ Alembert reasume la clasificación de Bacon tomando como base las tres facultades de la imaginación, memoria y razón, esta última dividida en ciencia de Dios, ciencia del hombre y de la naturaleza.
Otro pensador desarrollado por el autor en cuento al tema de la clasificación es Vico, del cual hace referencia que desarrolla el primer esbozo de una teoría general de las ciencias humanas, rehabilitando la historia, la poesía y el conocimiento empírico del hombre y la sociedad.
Por su parte Ampére establece una división fundamental entre las ciencias cosmológicas o ciencias de la naturaleza y las ciencias noológicas o ciencias del espíritu.
En el capítulo II denominado por el autor “La conciencia histórica”, éste inicia destacando que para el siglo XIX ya el problema de las ciencias humanas no radicaba en señalar los diversos tipos de ciencias, sino proclamar la autonomía de las ciencias humanas, generando ello conflictos los cuales contribuyeron a determinar y a precisar el estatuto epistemológico.
En este capítulo se desarrolla lo referente a la escuela histórica o historicismo señalando que el estudio científico sólo puede ser histórico en el sentido que hay que analizarlos en su desarrollo específico, condicionado por el desarrollo histórico del pueblo. El historicismo trata de comprender cada problema en su contexto histórico independiente de la evolución global de la humanidad.
Por su parte para Hegel, la historia es el producto de la razón eterna, considera la historia filosófica como entendida enteramente por la racionalidad. Señala el autor que el valor de Hegel es haber elaborado una síntesis de todas las realidades por las que se interesan más tarde las ciencias humanas.
En cuanto a Marx, esboza el autor en este segundo capítulo, que sólo se preocupó de la división de las ciencias de la naturaleza y ciencias humanas, su aportación a las ciencias humanas fue capital en la toma de conciencia de los conflictos, y desarrolla un concepto nuevo de lo que es lo histórico ya que sostiene que el hombre engendra con la práctica su propia historia.
El tercer capítulo dedicado a la hermenéutica, Freund despliega para dar a conocer al lector a través de lo desarrollado por el autor Schleiermacher un concepto de lo que se entiende por la hermenéutica, la cual se define mediante dos dase, como explicación gramatical, y como interpretación técnica.
A fin de mostrar al lector el concepto de hermenéutica, el autor desarrolla lo relacionado a la hermenéutica teológica de Schleiermacher, el cual nos orienta a que todo lo que se puede convertir en objeto de interpretación pertenece a la hermenéutica, y que ésta no varía su sustancia, según el objeto a comprender. Continua indicando que la hermenéutica es un método común a todas las disciplinas que tienen que interpretar un lenguaje cualquiera o que luchan con las dificultades de la interpretación, así prácticamente a todas las ciencias humanas.
En relación al tema de la historia tratado en el capítulo anterior se señala en la obra de que existe una posibilidad de una interpretación histórica a través de la hermenéutica para una mejor compresión, lo que no se debe tomar como una subordinación de ésta a la primera.
Siguiendo con el tema de la hermenéutica se enfoca el autor a sintetizar la hermenéutica filológica de Boeckh, indicando que se debe entender como filología el conocimiento de lo conocido, y que ésta tiene por objeto conocer mejor lo ya conocido pero con una mayor precisión; para Boeckh filología es lo mismo que historia a diferencia de Schleiermacher, que la interpretaba como una disciplina auxiliar a la hermenéutica tal como he indicado en párrafos anteriores.
Por su parte, Droysen, entiende la hermenéutica como histórica ya que introduce una a la otra, distinguiendo dos tipos de métodos los cuales son la explicación y la comprensión.
En otro orden de ideas, la corriente positivista o el positivismo desarrollado en el capítulo IV, en el cual se hace referencia a la necesidad que tenia la ciencia del hombre de constituirse en una ciencia positiva, y fueron Comte y Mill quienes elaboraron ésta teoría general en su acepción positivista.
He aquí que se señala la sociología de Auguste Comte, la cual se indica que es una ciencia autónoma, en tanto que es una de las seis ciencias fundamentales, como la sociología analiza los fenómenos sociales, es una ciencia que reúne diversas disciplinas las cuales son las ciencias humanas.
Por su parte para Stuart Mill a través de sus estatutos de las ciencias humanas señala que la unidad de la ciencia tiene por base la unidad metodológica del razonamiento científico, ya que éstos se reducen a la inducción, de la cual proceden la experimentación y la deducción, naciendo las ciencias experimentales y deductivas.
Otro positivista señalado por el autor es Wundt, el cual parte de la idea de que las ciencias humanas existen y que presentan particularidades en relación a las ciencias de la naturaleza. Wundt al desarrollar su psicología lo hace buscando una ciencia que utilice los mismos procedimientos que las ciencias de la naturaleza y que a la vez sea próxima a las ciencias del espíritu. Esta ciencia llamada psicología establece leyes generales comparables a las de las ciencias de la naturaleza.
En el quinto capítulo titulado “Dilthey” se hace alusión a que Wilhelm Dilthey, es el primer autor en concebir una epistemología autónoma. El pensamiento de Dilthey recoge varias de las corrientes y tendencias enunciadas en los capítulos desarrollados en los párrafos anteriores, como solo son la historia, la hermenéutica y el positivismo. Dilthey intenta mostrar que las ciencias humanas son ciencias positivistas. Para él, objeto de las ciencias humanas es aprehender la realidad histórica y social en lo que tienen de singular o de individual, conocer qué concordancias desempeñan un papel activo en la génesis de lo particular y determinar las reglas y los fines de su desarrollo.
Además, Dilthey señala que todo objeto de las ciencias humanas es histórico, lo que significa que las ciencias humanas en sí son históricas, ya que se desarrollan del espíritu y de la acción humana. Cabe destacar que, a pesar que Dilthey insiste en que las ciencias humanas y su objeto son históricas él considera que el fundamento de la historia sea histórico, más bien señala que es psicológico, comparando la historia con la psicología.
En cuanto al tema de la hermenéutica, Dilthey la define como el proceso por medio del cual conocemos la vida psíquica con la ayuda de signos sensibles que son su manifestación; con la misión de interpretar lo mejor posible las palabras, escritos o gestos, pero conservando su singularidad en el conjunto del que forma parte.
En el sexto capítulo se hace una diferenciación o comparación entre el naturalismo (naturaleza) y el historicismo (historia). En relación al naturalismo autor destaca que el concepto de naturalismo tiene distintos sentidos ya sea en literatura, filosofía y epistemología. Ya en el campo de la filosofía implica cualquier doctrina que excluya en la interpretación de los fenómenos lo sobrenatural o simplemente la trascendencia; por su parte en epistemología el naturalismo
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