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Leyendas Latiomericanas


Enviado por   •  11 de Junio de 2012  •  2.840 Palabras (12 Páginas)  •  579 Visitas

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Aparición en la Basílica

Una de las leyendas que todavía se cuentan en nuestra ciudad, es la que dicen las personas que visitan la Basílica de Guadalupe o los que por sus circunstancias duermen en la escalinatas de dicho lugar. Cuentan que hay ocasiones en las que ha sido vista una mujer que sale de la Basílica vieja, portando una vela encendida, sin que el intenso viento nocturno o una lluvia torrencial apaguen su flama . La mujer camina en dirección a la Nueva Basílica y para sorpresa de muchos atraviesa las paredes del edificio.

Algunos curiosos y otros que han sabido dominar el miedo han sido testigos de que ya en el interior de la Nueva Basílica, la mujer deja la vela como ofrenda y después de rezar una oración desaparece.

El Cerro del Elefante - Cerro la Teresona

Leyendas de Toluca, Mexico. Cerro la Teresona.

Dicen que debajo del Cerro del Elefante hay una ciudad encantada y se dice que está habitada por el Diablo y que un día que una señora quería verlo, se tuvo que desvestir y se montó en una cabra. Nunca más se supo de ella.

Dicen que la ciudad se llama Tollocan. .

El charro y la partera

En cierta localidad a la parte norte del pais solía cabalgar un misterioso charro que se aparecía repentinamente a los habitantes. Una noche allí llegó un charro a solicitar los servicios de una partera y la llevó a su jacal, donde la partera asistió a su mujer hasta que parió. El charro regresó al lugar y le pagocon varias monedas de oro, pero le advirtió que guardara en secreto el parto o se moriría. Indignada y asustada por la advertencia la partera entró a su hogar y espero a que se retirara el charro. Como no escucho las pisadas de su caballo pensó que seguía fuera de su casa y se asomó a la ventana para descubrir asombrada que no había nadie.

Ella estuvo confundida y recelosa durante varios días por la advertencia y la silenciosa desaparición del charro. Durante varias semanas estuvo absorta en sus pensamientos, y miraba extrañada a sus conocidos. Cierto día le platicó todo lo sucedido a una vecina quien le aconsejó no contárselo a nadie más y dejar las monedas en la iglesia, así lo hizo la partera. Sin embargo, a la mañana siguiente la partera amaneció muerta, pero con el aspecto de seguir durmiendo y algunos rumoraron que escucharon cabalgar al charro cerca de ahí. Se cumplió la advertencia de aquel charro, aquellas monedas desaparecieron y se rumoró que el charro regresó a recogerlas.

El callejón de la Condesa

La Casa de los Azulejos, ahora mejor conocida como el Sanborn's de los Azulejos, tiene una fachada que da al Callejón de la Condesa. Su nombre se debe a que por ahí salían los carruajes de la Condesa del Valle, y ese callejón, llamado de Dolores, con el tiempo y hasta nuestros días se le conoció como el Callejón de la Condesa.

Sólo a través de los siglos y en aras de la tradición, ha llegado hasta nuestros oídos una curiosa anécdota, referente al Callejón de la Condesa, que tomó su nombre de alguna de las del Valle. Cuentan las consejas que cierta vez entraron por los extremos del callejón, dos hidalgos, cada uno en su coche y que por lo estrecho de la vía se encontraron frente a frente sin que ninguno quisiera retroceder, alegando que su nobleza se rebajaría si cualquiera de los dos tomara la retaguardia.

Por fortuna, como asienta un grave autor, la sangre no llegó al arroyo ni mucho menos, ni si quiera hirvió en las venas de los dos Quijotes; pero a falta de cuchilladas salió paciencia a los hidalgos quienes estuvieron en sus coches tres días de claro en claro y tres noches de turbio en turbio. De no intervenir la autoridad, de seguro se momifican los hidalgos; el Virrey previno, pues, que los dos coches retrocedieran hasta salir, uno hacia la calle de San Andrés, y otro hasta la Plazuela de Guardiola.

El Forastero y la Niña

Leyenda real de una niña de 8 años que anda en los pueblos de la sierra del Perú.

Esta leyenda nacio en un pueblo alejado de las carreteras, rodeado por chacras donde las casas estan a 600 metros de distancia entre si.

La historia ya era conocida en ese pueblo. Un dia un forastero decide hospedarse por unos dias en una casa de ese pueblo por una semana y luego continuar su viaje.

En ese dia el forastero ya dormido a la media noche escucha la puerta : pod pod pod. Él se desperto y se pregunto quien toca a estas horas, al abrir la puerta se encuentra con una niña con rasgos de quemaduras, entonces el forastero le pregunta: ¿que necesitas niña a estas horas?, ella responde, ¿me regalaria un vaso con agua?, y el le dice si claro que si , despues de darle el vaso con agua la niña se retira.

Al dia siguiente la misma niña fue a la misma hora donde el forastero y lo mismo le pidio; pasaron 4 dias seguidos que la niña iba. Entonces el Forastero decide hacerle unas preguntas, esperó que sea la media noche, y llegada la hora la niña toca la puerta, pod pod pod, el forastero abre la puerta y la niña le pide si le pudiera regalar un poco de agua en su vaso, el forastero saca un poco de agua y le da a la niña.

Cuando la niña se iba ,el forastero decide preguntarle y le dice: ¿niña para quien llevas ese vaso con agua?..ella dice para mi papà , y el forastero pregunta ¿y donde esta tu papá?..ella le dice: él se esta quemando...el forastero queda sorprendido y le pregunta: ¿QUIEN ES TU PAPA?..y la niña grita con una voz terrorizante: ¡es EL DIABLOOO!.

Aquel grito fue escuchado por todo el pueblo y el forastero fallecio 2 dias despues..se dice que la niña sale a penar los 21 de febrero de todos los años, durante 2 semanas atacando a turistas ....quien sera la proxima victima?

El jinete sin cabeza

Se dice que en un pueblo muy aislado de toda civilización se contaba la historia de un jinete que acostumbraba a hacer su recorrido por las noches en un caballo muy hermoso, la gente muy extrañada se preguntaba ¿que hombre tan raro por que hace eso?, ya que no era muy usual que alguien saliera y menos por las noches, a hacer esos recorridos.

En una noche muy oscura y con fuertes relámpagos desapareció del lugar, sin dar señas de su desaparición. Pasaron los años y la gente ya se había olvidado de esa persona, y fue en una noche igual a la que desaparecio, que se escuchó nuevamente la cabalgata de aquel caballo. Por la curiosidad muchas personas se asomaron, y vieron un jinete cabalgar por las calles, fue cuando un relámpago cayó e iluminó al jinete y

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