Locura Divina

Locura divina

En la antigua Grecia la definición de artista mas atrevida fue atribuida por el filósofo griego Platón, la denomina: “locura divina”.

En esta época se hablaba de dos tipos de demencia: la psicópata o “locura del hombre”, que se refiere a las enfermedades mentales que padecían los seres humanos; y por otro lado se encuentra la teópata o “locura divina”, esta es la enfermedad de los creadores, de los poetas, de los místicos y de los filósofos. Platón aseguraba que para ser artista había que padecer esta enfermedad, este estado mental causado por la “divinidad”. Esta demencia divina lograba la liberación y purificación del artista.

Todo intérprete entra en un estado de trance al crear, en un estado psicológico en el que el artista experimenta una fase de consciencia distinta a la cotidiana, es decir, un conocimiento que se tiene de sí mismo en la que se abandonan ciertas condiciones externas o internas, el intérprete se muestra al desnudo.

El arte es un tema de magia y misterio desde el principio de los tiempos, por que la belleza artística es análoga y subjetiva. Durante un periodo se pensó que el arte era una representación de la realidad, ahora sabemos que es también una emoción. El artista aumenta la semejanza del material y a veces completamos lo que falta o quitamos lo que esta de sobra para crear una imagen. Los cazadores prehistóricos hacían rituales en los que colocaban una piel de oso en una gran roca y danzaban, para tener una buena caza. El mismo tema puede ser representado de mil maneras, pero lo importante es como se representa, lo que los críticos llaman forma.

El artista es legítimo, entrañable con su condición en el arte, y al mismo tiempo tiene la capacidad de relacionarse con la sociedad y su entorno, por que el artista es quien externa las aptitudes humanas y naturales, de toda una sociedad en conjunto. Como aseguraba Platón, el artista es un “hombre dios”.

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